El resultado del segmento acuícola se vio fuertemente afectado por el bloom de algas que impactó los centros Victoria y Chivato I, ubicados en la Región de Aysén, durante los primeros días del año, que redujeron significativamente las cosechas proyectadas para el primer trimestre de 2024.
Este jueves, Blumar, compañía pesquera y salmonera, presentó sus resultados al cierre del 30 de junio de 2024, los que evidencian ingresos consolidados por US$ 300,5 millones entre enero y junio de este año. Esto representa una caída del 23% respecto al mismo período de 2023. El 60% del total de sus ingresos correspondió al segmento pesquero y, en total, la empresa logró una utilidad de US$ 7,3 millones durante el segundo trimestre del año.
El resultado del segmento acuícola se vio fuertemente afectado por el bloom de algas que impactó los centros Victoria y Chivato I, ubicados en la Región de Aysén, durante los primeros días del año, que redujeron significativamente las cosechas proyectadas para el primer trimestre de 2024, en una cifra superior a las 4 mil toneladas de salmón. Por otra parte, el incendio de la planta de Magallanes durante febrero pasado también impactó negativamente el desempeño financiero de la compañía.
“Ha sido un año muy desafiante. Nos hemos enfrentado a sucesos que han puesto a prueba la resiliencia de la compañía por el impacto que han tenido en el segmento acuícola. Sin embargo, hemos tomado diferentes medidas, como un importante plan de excelencia operacional que tiene como objetivo lograr eficiencias en toda la cadena de valor. También hemos puesto en operación una planta de proceso alternativa en Magallanes para poder procesar nuestra materia prima producida en la región”, indicó el gerente general de Blumar, Gerardo Balbontín.
El momento más complejo que ha vivido la compañía durante el año fue el siniestro que consumió totalmente la planta de proceso de Magallanes, produciendo una pérdida casi total. Desde Blumar comentaron que el siniestro cuenta con cobertura y que se encuentra en proceso de liquidación, lo que podría verse reflejado en próximos reportes de resultados.
El segmento pesquero se vio impactado por el retraso de la temporada de sardina y anchoveta, que provocó durante el primer semestre una disminución del -28% en abastecimiento de materia prima de terceros y un -3% en pesca propia. Aquello generó menor volumen de ventas, lo que se compensó en parte por mejores precios, generando ingresos por US$ 180 millones, lo que representa un -1,2% respecto del mismo período del año anterior.
“Nuestra área de pesca ha logrado consolidar su posición competitiva, lo que sumado al aumento de cuota de jurel para este año, y dependiendo de si se logra recuperar la pesca de anchoveta y sardina durante la segunda mitad del año, nos debiera permitir
cerrar nuevamente un buen año para el segmento”, precisó Balbontín.
Finalmente, a pesar de las diferentes contingencias que experimentó el segmento salmones, la compañía logró anotar utilidades por US$ 5,5 millones entre enero y junio de 2024, que se comparan negativamente con los US$ 34 millones registrados en el mismo período del año anterior.
“Vemos que la compañía debería concretar una ruta de mejora más visible durante lo que queda de año y consolidar una mejor posición en 2025, a medida que vayan disminuyendo los efectos de las situaciones que ha vivido el segmento acuícola”, finalizó el gerente general.