La Asociación de Industriales Pesqueros alertó al Gobierno y a otros sectores productivos del enorme riesgo que significa la regulación a través de iniciativas políticas en el Parlamento de materias...
La Asociación de Industriales Pesqueros alertó al Gobierno y a otros sectores productivos del enorme riesgo que significa la regulación a través de iniciativas políticas en el Parlamento de materias que son de exclusiva injerencia regulatoria del Poder Ejecutivo, en este caso de la Subpesca (Mundo Acuícola).
“Estamos desconcertados pues, pese a la información proporcionada a los diputados por expertos, científicos, técnicos y la propia Subsecretaría de Pesca en cuanto a que no era necesaria ni conveniente la aprobación, los parlamentarios no hayan escuchado argumentos y de manera populista hayan cometido esta injusticia con la pesca industrial”, expresó el gremio.
“Nosotros como Asipes hemos dicho que valoramos el 80% de la cuota de jibia esté en manos del sector artesanal y que, si bien no nos parece adecuado para los trabajadores de ese sector que capturen este recurso ‘a mano’, otra cosa es imponerle a la industria pesquera que también lo haga ‘a pulso’”, dijo la presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros, Macarena Cepeda, al referirse al proyecto de ley presentado por el Partido Comunista, que busca que la jibia sea capturada solo con aparejos artesanales.
La ejecutiva dijo que la aprobación en la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados los tomó por sorpresa, debido a que fue el propio Subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, quien señaló a principios de semana que sería un mal precedente avanzar en esta discusión, ya que las artes de pesca deben ser definidas por los comités técnicos y no por la política.
“Por ello, nosotros queremos alertar al Gobierno y a otros sectores productivos del enorme riesgo que significa la regulación a través de iniciativas políticas en el Parlamento de materias que son de exclusiva injerencia regulatoria del Poder Ejecutivo, en este caso, de la Subsecretaría de Pesca”, afirmó Macarena Cepeda.
Asipes dijo que espera que el Gobierno y la Subsecretaria de Pesca tomen cartas en el asunto, pues es una abierta inconstitucionalidad e ilegalidad lo ocurrido.
A juicio de Asipes, ambos sectores deben compartir y ordenar su captura, debido a que las plantas industriales no pueden sobrevivir solo con abastecimiento artesanal, que opera solo con buenas condiciones climáticas. Actualmente el sector artesanal es incapaz de capturar su cuota asignada que asciende a 160.000 toneladas, de las cuales 40.000 quedan en el agua.
Además, es importante comprender que los precios internacionales de la jibia –que es capturada por otros 10 países más en el Pacífico- dependen de esas capturas, donde solo China pesca más de 1 millón de toneladas y Perú otras 500.000. Por ello, no es acertado afirmar que una menor disponibilidad de jibia en el mercado local permitirá un aumento del valor del recurso, pues no se ajusta a la dinámica de los mercados internacionales.
Asipes afirma que la industria debe seguir capturando su cuota con redes de media agua, las que no interactúan con el fondo marino ni intervienen en los caladeros de la pesca artesanal. Además, estos barcos también pescan merluza y están autorizados para ello, manteniendo el empleo en tierra y sus permisos de pesca. Por ende, esos barcos, no pueden tener instalados sistemas mecánicos para potera y también para redes de media agua.
El gremio afirma que promover la potera o captura manual de la jibia es un retroceso para la competitividad de esta industria, ya que consolida las graves condiciones laborales de los pescadores artesanales, destruye el empleo en las plantas de proceso en tierra, desconoce las diversas realidades a lo largo del país pesquero y deja fuera “por secretaría” al sector industrial de la captura de este recurso.
Próximamente la cuota global de jibia será definida por la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (ORP) en función de las capturas históricas de cada país. El aumento de la cuota anual en Chile -manteniendo el fraccionamiento- podrá mejorar «la historia» frente al resto de las naciones con las que comparte la captura de este recurso y que hoy es entre tres y cinco veces más que Chile.