El documento exige reconocer los caladeros artesanales históricos, terminar con las regionalizaciones de recursos migratorios, reestructurar los comités científicos y los de manejo para hacerlos independientes y dotar de verdadera...
El documento exige reconocer los caladeros artesanales históricos, terminar con las regionalizaciones de recursos migratorios, reestructurar los comités científicos y los de manejo para hacerlos independientes y dotar de verdadera autonomía al Instituto de Fomento Pesquero. (Mundo Acuícola).
Con un profundo rechazo a la “Ley Longueira”, pues fue realizada con “corrupción”, pescadores artesanales de la región del Biobío entregaron una carta al director zonal de Pesca, Oscar Enríquez, en la visita de la autoridad a caleta Lo Rojas para cotejar observaciones que enrriquezcan la reforma en curso.
En tres páginas y 15 puntos, la “propuesta para una ley de pesca justa y democrática para el sector pesquero artesanal” pide estatizar los recursos pesqueros, eliminar la pesca de arrastre, recuperar la cuota de sardina artesanal anterior a 2013, unificar los recursos sardina y anchoveta, combatir la pesca ilegal y aumentar la cubicación de bodega para las naves de menos de 12 metros.
Además, el documento exige reconocer los caladeros artesanales históricos, terminar con las regionalizaciones de recursos migratorios, reestructurar los comités científicos y los de manejo para hacerlos independientes y dotar de verdadera autonomía al Instituto de Fomento Pesquero.
Finalmente, el texto pide crear un Ministerio de Pesca y Acuicultura, frenar la contaminación industrial en la bahía de Coronel y el golfo de Arauco, crear una plataforma social con seguro de vida y jubilación, como también instalar camas hiperbáricas telescópicas en los hospitales para atender a buzos mariscadores.
Uno de los puntos que más inquieta a los pescadores es recuperar la cuota de 611 mil toneladas de recursos pelágicos que poseía antes de la Ley Longueira, y que hoy están reducidas a menos de una tercera parte. Alegan que la promesa del gobierno de la época fue disminuir la fracción industrial de pelágicos de 44% a 22% y aumentar la artesanal de 56% a 78%.
Las entidades que firmaron el petitorio son la Agrupación de Pescadores Artesanales y Buzos Mariscadores Isla Santa María Coronel; el Sindicato de Pescadores, Armadores y Ramas Afines de la Pesca Artesanal (Siparmar) Coronel; la Cooperativa de Jibieros de Lo Rojas: la Cooperativa de Pescadores Sol de Israel; y el Sindicato de Trabajadores Independientes, Pescadores Artesanales, Buzos Mariscadores, Armadores Artesanales y Actividades Conexas de Coronel y del Golfo de Arauco VIII Región (Siparbumar Coronel).