Iniciativa busca ayudar a los más vulnerables entre los vulnerables (El Pingüino.com). Dar hasta que duela, en un momento en que la pandemia del coronavirus golpea el mundo, es el...
Iniciativa busca ayudar a los más vulnerables entre los vulnerables (El Pingüino.com).
Dar hasta que duela, en un momento en que la pandemia del coronavirus golpea el mundo, es el mensaje central de la campaña que las empresas reunidas en la Asociación de Armadores de Transporte Marítimo, Fluvial, Lacustre y Turístico Sur Austral, Armasur A.G, llevaron a cabo para las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes en alianza con Hogar de Cristo.
La iniciativa beneficia a los más vulnerables entre los vulnerables: las personas en situación de calle, los adultos mayores en abandono y por los hombres y mujeres con discapacidad mental de extrema pobreza en distintos dispositivos que Hogar de Cristo tiene desde Puerto Montt a Punta Arenas.
La dolorosa crisis sanitaria, económica y social que está generando la pandemia pone en evidencia que se requiere hacer cambios en la forma de relacionarnos como sociedad. En ese sentido, las empresas, que involucran a accionistas y trabajadores, pero también a sus familias y a su entorno cercano, requieren incorporar en sus planes de desarrollo la agenda social. Las compañías e industrias sustentables serán aquellas que logren resolver de mejor forma su rol público.
Es en esta línea que las empresas asociadas del gremio naviero, conscientes de que esta contingencia nos está afectando a todos, resolvió ir en ayuda de los más vulnerables entre los vulnerables. Y decidió hacerlo a través de Fundación Hogar de Cristo.
Así, se logró reunir una cifra cercana a los 24 millones de pesos y, conforme con la decisión tomada en conjunto entre el gremio y la Fundación, el aporte beneficiará a unas 400 personas en tres áreas de gestión: personas de calle, adultos mayores y hombres y mujeres con discapacidad mental. Estas 400 personas se distribuyen en distintos programas que tiene Hogar de Cristo en las ciudades de Puerto Montt, Ancud, Castro, Quellón, Puerto Aysén y Punta Arenas. El destino del monto reunido se desglosa así:
· Dos meses de kits de alimentos para el Programa de Atención Domiciliaria para 130 adultos mayores.
· Un mes de raciones de alimentos (almuerzo y once) para las hospederías de personas en situación de calle, que hoy atienden en régimen 24×7 a 190 personas.
· Un mes de elementos de protección y seguridad sanitaria para las residencias de adulto mayor y para la residencia protegida, que se encargan de la vida de 96 personas.
“Dar hasta que duela”, decía el sacerdote y activista social Alberto Hurtado en la década del 50, y sus palabras representan el espíritu que motivó esta campaña más de medio siglo después. Es responsabilidad ineludible de quienes hacen empresa y generan trabajo, detenerse un momento, mirar alrededor y darse cuenta de que están en una posición de privilegio en relación a los que nada tienen, ni siquiera la posibilidad de un lugar para confinarse, de una casa para poder guardar cuarentena y protegerse del contagio.
De estas reflexiones nació esta iniciativa en que el gremio naviero del sur austral invitó a sus empresas asociadas a participar de manera voluntaria y que puso de manifiesto la generosidad de todas, a pesar de lo difícil de la situación que están pasando, con medidas y planes de racionalización. Todas ellas se esforzaron para aportar con una donación en dinero y para que el propio Hogar de Cristo definiera en qué destinar lo reunido. La decisión fue apoyar a los que nada tienen, las personas de calle, que son la manifestación más cruda y dura de la pobreza.