Dra. de la Escuela de Medicina Veterinaria de la PUC expuso resultados de taller que analizó cualitativamente el riesgo RAM en la industria.
Con ocasión de la reciente presentación del VI Informe de Sustentabilidad de SalmonChile, la doctora Marília Salgado, perteneciente a la Escuela de Medicina Veterinaria de la Pontificia Universidad Católica de Chile, expuso la presentación «Resistencia antimicrobiana a partir del consumo del salmón chileno”, en la que entregó los resultados de un reciente taller interdisciplinar que abordó la percepción de riesgo RAM que se tiene de la industria a lo largo de su proceso productivo.
El pasado jueves 14 de octubre, el presidente de SalmonChile, Arturo Clément, en conjunto con el gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), Esteban Ramírez, presentaron los resultados del VI Informe de Sustentabilidad del gremio, destacando -entre otros aspectos- que el 2020 fue el año con el menor uso de antibióticos por tonelada cosechada desde que se inició este reporte, con 298 gramos por cada mil kilos, lo que representa una baja de 15% respecto a 2019 y un aporte a disminuir los riesgos asociados a la resistencia a los antimicrobianos RAM.
La instancia contó además con la participación de diversos exponentes, entre ellos la doctora Marília Salgado, representante de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), quien realizó la presentación “Resistencia antimicrobiana a partir del consumo del salmón chileno”, la cual sintetizó un reciente taller de interdisciplinario donde se trabajó un análisis cualitativo del riesgo de que un animal con resistencia antimicrobiana o con presencia de antimicrobianos en su metabolismo pudiese ser un riesgo para la población.
«Se trató de un taller de expertos donde figuraron representantes de la academia, la industria y el sector público, entre ellos veterinarios, epidemiólogos, ecólogos, microbiólogos, Etc. y no solamente los especialistas en acuicultura, sino también -bajo el concepto de UNA SALUD- participaron profesionales de diversas disciplinas», detalló Salgado.
De acuerdo a los señalado por la académica, el objetivo fue mostrar a través de encuestas y trabajos en conjunto, cual era la percepción de riesgo RAM en la industria y en qué aspectos enfocarse para tener más datos sobre dicha problemática y su relación con la salmonicultura.
Percepción de riesgo
En el remitido análisis, los expertos basaron su percepción de riesgo sobre la base de una cadena que iba desde la aplicación de antimicrobianos en peces enfermos, pasando por la exposición humana a patógenos resistentes en un centro de cultivo y terminando en la probabilidad de causar enfermedades en humanos.
«Para cada etapa de producción, cada experto le asignó un nivel de riesgo: insignificante, cuando el experto creía que el evento ocurría excepcionalmente; bajo, cuando consideraba que el evento se presentaba algunas veces en el tiempo; moderado, cuando el evento ocurría de forma regular; y alto, cuando el evento ocurría en la mayoría de las circunstancias. De esta manera se obtuvo el primer mapa de riesgo, dejando en claro que es una percepción de riesgo y que en general, en toda la cadena, el riesgo fue considerado bajo», explicó Salgado.
«Sin embargo, podemos notar que las principales etapas que fueron asignadas en nivel bajo a moderado, fueron precedidos por dos puntos importantes. Tratamiento de antimicrobianos y enfermedades bacterianas. Es decir, el tratamiento fue el punto que más se destacó del potencial riesgo en las siguientes etapas. La etapa en especifico tuvo una percepción de riesgo bajo a moderado, y eso nos lleva a una preocupación, pues Chile tiene uno de los consumos más altos en antimicrobiano», agregó.
Aspectos a considerar
Para concluir, Salgado destacó que «este riesgo tuvo un consenso entre academia, privados y sector publico, lo que es importante cuando pensamos en la generación de políticas públicas».
Por otra parte, llamó a poner atención a que el riesgo esté asociado al tratamiento de enfermedades bacterianas, pues si bien existen normativas o regulaciones para el uso de antibióticos, las investigaciones deben apuntar en laprevención y control de enfermedades para reducir la necesidad de antimicrobianos.
«Lo más importante es dejar claro que aunque sea bajo, el riesgo está», puntualizó.