Según la FAO, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada es responsable de la pérdida de 11 a 26 millones de toneladas anuales de pescado, lo que equivale a un valor económico estimado de 10.000 a 23.000 millones de dólares.
En el marco del taller Avances y Perspectivas en la Lucha Contra la Pesca Ilegal en América Latina organizado por la Alianza Latinoamericana para la Pesca Sustentable y Seguridad Alimentaria (Alpescas) y Conepe (Coletivo Nacional da Pesca e Aquicultura de Brasil) realizado, recientemente en São Paulo. Autoridades y representantes de organismos pesqueros de Argentina, Chile y Brasil analizaron la situación de la pesca ilegal en el continente.
Este taller es el primer hito luego de la firma del “Acuerdo de Panamá”, en el que nueve países miembros de Alpescas suscribieran el compromiso para contribuir a erradicar la pesca ilegal en Latinoamérica y reforzar el control de flotas extranjeras que operan en aguas adyacentes a sus jurisdicciones.
En este sentido, los organismos encargados de la administración pesquera de estos países y Alpescas convienen en la necesidad de ampliar una “Red de Intercambio de Información y Experiencias entre Países de América Latina y el Caribe para prevenir, desalentar y eliminar la pesca INDNR”, cuyo objetivo será unificar la información y medidas que toma cada país para combatir la pesca ilegal, en el marco de sus legislaciones, y buscar soluciones conjuntas para erradicar este flagelo.
Para Osciel Velásquez, presidente de Alpescas y Sonapesca F.G., principal gremio pesquero chileno, “la pesca ilegal es una problemática en la que llevamos hablando varios años, pero sigue sin poder erradicarse. Por ello, es necesario redoblar los esfuerzos y continuar solicitando a las autoridades que puedan desarrollar acciones que permitan erradicar esta problemática, sobre todo en zonas fuera de las aguas jurisdiccionales que causa bastantes perjuicios a los países ribereños”.
En ese sentido, Velásquez valoró los esfuerzos para crear una red que apoye la erradicación de la pesca ilegal y espera que más países se puedan sumar a la iniciativa. “somos hombres de mar y sabemos la importancia de la pesca como fuente de alimentos, trabajo, comercio y bienestar económico en todo el planeta, sobre todo en un mundo con un crecimiento de la población constante y con un problema de desnutrición persistente, en el que los productos del mar se han convertido en la solución para conseguir la seguridad alimentaria. Por eso, disminuir la pesca ilegal es una labor que debemos tomar con profunda responsabilidad entre todos los sectores”.
Según la FAO, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada es responsable de la pérdida de 11 a 26 millones de toneladas anuales de pescado, lo que equivale a un valor económico estimado de 10.000 a 23.000 millones de dólares.
Cadu Villaça, presidente de Conepe expresó que, “la innovación, el uso de tecnologías sumado al diseño y buena ejecución de planes y estrategias para el control y vigilancia por parte de los Estados son vitales para lograr la erradicación de la Pesca Ilegal, pero también debe existir una voluntad de parte de los privados en desarrollar una asociación estratégica que permita avanzar como sector pesquero en su globalidad.”
Agenda sostenible para América Latina
Alpescas y los gremios socios manifiestan que se han hecho en la incorporación de estándares de sustentabilidad en la producción de alimentos, lo que han permitido avances en la modificación de artes de pesca para reducir el impacto de la pesca, en la certificación de pesquerías y recuperación de diversas especies, además de trabajar en reducir el impacto ambiental, a través de diversos Acuerdos de Producción Limpia (APL) y programas ambientales como Redes de América.
Por otra parte, la investigación que desarrollan los centros de estudios y universidades, permiten trabajar sobre certezas científicas, para eso, subrayan en la importancia de generar más más estudios e investigaciones que permitan alcanzar mayores y mejores estándares sostenibles en la pesca.
“Considerar conceptos sustentables y basados en criterios científicos es la forma en la que debemos trabajar para velar por la seguridad alimentaria y mejorar el acceso a este tipo de alimentos saludables, instalando una visión de una Pesca Con Futuro, con propuestas propositivas del sector privado que favorezcan a todo el ecosistema pesquero social y económico de las comunidades costeras y promuevan desarrollo”.