Por lo pronto, el viernes 3 de marzo se llevará a cabo la continuación de las negociaciones finales.
Durante la jornada del lunes 20 de febrero, en la sede central de las Naciones Unidas en Nueva York, se realizó la conferencia sobre el Tratado Global de los Océanos. En dicha instancia, se buscó negociar un tratado que cierre los vacíos de regulación que se dan más allá de las 200 millas o fuera de las zonas económicas exclusivas de los Estados.
“El BBNJ es el proceso internacional más importante de las últimas décadas, la protección de los océanos. Por ello, desde el sector pesquero, que tenemos nuestra sólida normativa y gobernanza a partir de la Convemar, buscamos aportar en la discusión. Concebimos este acuerdo como una herramienta para construir en conjunto el futuro sostenible de los mares, en aquellos sectores donde aún haya brechas, donde primen las bases científicas sólidas, y que a su vez se respeten los progresos, gobernanza y normativa pactados a través de Convemar -el acuerdo de Nueva York sobre especies transzonales y las Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesquero (OROPs)», señalaron oficialmente desde ALPESCAS y SONAPESCA.
«Dada la relevancia del proceso, es una responsabilidad ineludible contar con los antecedentes científicos y la rigurosidad correspondiente para lograr consensos transversales entre las naciones. El mismo caso de Convemar nos lleva a este análisis: los acuerdos globales en esta materia deben ser abiertos, con amplia adhesión, transparentes y sin presiones”, agregaron.
Negociaciones
El viernes 26 de agosto del año pasado, las autoridades no pudieron tomar decisiones ante las negociaciones, de modo que, como califican las diferentes organizaciones ambientales, la mayoría de la superficie oceánica seguirá sufriendo las consecuencias de la minería en el fondo marino, la sobrepesca y la contaminación por plásticos.
La intención con este tratado internacional es proteger la vida en altamar y aguas internacionales, e instaurar un uso sostenible, cerrando la brecha de más del 60% de los océanos del mundo.
Los protectores de la fauna marina insisten en que el tratado debe ser universal, apoyado por la mayor cantidad de países. Sin embargo, podría surtir efecto cuando 30 o 60 países acepten este acuerdo.
Cabe destacar que el Tratado Global de los Océanos nace en 1982, cuando la CONVEMAR creó la Constitución de los océanos, que protege áreas oceánicas y no incluye la biodiversidad marina en las áreas situadas fuera de la jurisdicción de cada país.
El tratado busca prohibir la exploración de recursos mineros en el mar y pretende que cada país pueda recolectar material de la naturaleza marina, generando Áreas Marítimas Protegidas en zonas remotas.
Por lo pronto, el viernes 3 de marzo se llevará a cabo la continuación de las negociaciones finales.