
El capítulo mostró el cultivo de turbot en Metri y su proyección hacia la exportación viva desde la ULagos.
En su tercer episodio, la serie documental Agua Viva, el futuro del mar trasladó a los espectadores hasta Metri, en la comuna de Puerto Montt, para conocer en profundidad el trabajo de cultivo del turbot (Scophthalmus maximus), una especie marina de alto valor gastronómico que destaca como alternativa dentro de los esfuerzos de diversificación acuícola del país.
El capítulo visibilizó la experiencia desarrollada por la Universidad de Los Lagos en su centro experimental CEACIMA, donde por más de dos décadas se ha trabajado de forma ininterrumpida en el cierre del ciclo de vida del turbot, la adaptación de tecnologías larvales y la engorda en condiciones controladas. Desde Metri, se mostraron las distintas fases del cultivo —desde la reproducción hasta la comercialización nacional— y se proyectó un horizonte más ambicioso: el envío de ejemplares vivos para exportación, abriendo la puerta a nuevos mercados y encadenamientos productivos de mayor valor agregado.
Las imágenes del episodio recorrieron sus sistemas de flujo abierto y mostraron avances recientes en recirculación (RAS), una tecnología clave para escalar la producción y hacer más eficiente el uso de energía. También se abordaron elementos técnicos como la alimentación, el manejo de fotoperiodo, la reducción de deformaciones larvales y el uso de dietas vivas enriquecidas, todo lo cual permite hoy contar con una producción estable y con estándares competitivos.
El capítulo resaltó además la dimensión estratégica del cultivo de turbot, no solo como una oportunidad comercial, sino también como un espacio formativo y de transferencia tecnológica para especies nativas como el congrio colorado o el róbalo. Bajo esta mirada, el turbot no solo representa un nuevo cultivo, sino un vehículo para traer y adaptar tecnologías del hemisferio norte, aplicables a peces chilenos con potencial de repoblamiento o explotación sustentable.
Desde Puerto Montt, el episodio planteó un mensaje claro: si bien el salmón seguirá siendo la especie dominante, el desarrollo de nuevas líneas productivas como el turbot puede jugar un rol clave en la sostenibilidad futura del sector.