Un proyecto valenciano lidera durante los últimos tres años el primer trabajo científico desarrollado en España para obtener piensos en la acuicultura ecológica.
El coordinador de este proyecto es investigador del Grupo de Acuicultura y Biodiversidad-ICTA de la Universitat Politècnica de València. Y de esta forma destaca se han obtenido los primeros piensos de estas características.
Un proyecto valenciano lidera durante los últimos tres años el primer trabajo científico desarrollado en España para obtener piensos en la acuicultura ecológica. Con estos se ha conseguido alimentar a las principales especies que así se crían en estas costas, truchas y doradas. A estas añaden que también lo han conseguido para otras muy rentables, como el langostino blanco, y para el camarón.
“Hemos aportado nuestro granito de arena para eliminar la dependencia de la harina de pescado de captura”, destaca Miguel Jover. Y con eso valora el avance «para hacer de la acuicultura ecológica una actividad más sostenible».
Ha sido un largo proceso laborioso, como reconocen sus responsables. En él, han analizado la incorporación de diferentes ingredientes ecológicos de origen animal, harinas de pescado y proteínas animales. Todo ello para ir evaluando al mismo tiempo las distintas formulaciones de estos elementos.
Para cada especie
En el caso de los langostinos, el primer ensayo comenzó el pasado mes de agosto con ejemplares de 1 gramo alimentados con harinas vegetales ecológicas. En ellas se utilizaron harina de insecto y harina de subproductos de trucha y cerdo ibérico. Así vieron que estos dos últimos fueron los que mejores resultados ofrecieron.
En el estudio realizado con las doradas, las alimentadas con harina de pescado en el ensayo durante la fase de engorde fueron las que más aumentaron de peso. Y así quedaron por encima de las que se alimentaron con fuentes proteica ecológicas de trucha, insecto e ibérico.
Y en el de las truchas, cuadruplicaron su peso inicial alcanzando un promedio de 250 gramos. “En este caso, los piensos que dieron mejores resultados fueron los que contenían harina de pescado, pero la mezcla de subproducto de lubina ecológica e ibérico dieron un crecimiento muy aceptable, que abre grandes posibilidades», apunta Miguel Jover.
En su trabajo en cada una de las especies el Grupo de Acuicultura y Biodiversidad-ICTA de la Universidad Politécnica de Valencia analizó también los enzimas digestivos. A esto añadieron el estudio de la digestibilidad de los piensos, calidad organoléptica, histología y composición corporal.