Propiedades antiinflamatorias, excelente fuente de proteínas, disminución del riesgo infartos cardíacos son algunas de las ventajas que enfatiza el nutricionista Mauricio Sotomayor (Mundo Acuícola-UCSC). Preparaciones basadas en pescados y mariscos...
Propiedades antiinflamatorias, excelente fuente de proteínas, disminución del riesgo infartos cardíacos son algunas de las ventajas que enfatiza el nutricionista Mauricio Sotomayor (Mundo Acuícola-UCSC).
Preparaciones basadas en pescados y mariscos suelen ser el principal menú durante Semana Santa, tradición que permite incorporar estos recursos en la dieta por al menos dos días. Sin embargo, el consumo durante el resto del año se mantiene en niveles bajos. Reflejo de ello son los 6 kilogramos anuales de estas especies que se venden en Chile por persona versus 64 kilogramos en Japón.
Mauricio Sotomayor, nutricionista de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, explicó que una frecuencia semanal mínima de dos veces sería clave para contribuir a mantener un corazón sano. Sobre la pregunta ¿qué beneficios nutricionales tiene el consumo de pescados y mariscos? el docente explicó que se caracterizan por ser una excelente fuente de proteínas de buena calidad, ya que aportan aminoácidos esenciales para favorecer la síntesis de proteínas del cuerpo.
También son recursos con un tipo de grasa (ácidos grasos Omega 3) asociada a positivos efectos nuestra salud cardiovascular, debido a la disminución del riesgo infartos cardíacos, contribuyendo a mantener la integridad de los vasos sanguíneos como las arterias y capilares, lo que a la larga permite disminuir el riesgo de daño y posterior disfunción endotelial, la que puede ser el punto de inicio de una patología más grave.
Propiedades antiinflamatorias y previene depresión
Sotomayor agregó que producto de las moléculas derivadas de este ácido graso, es posible obtener funciones antiinflamatorias, pudiendo contribuir a reducir los posibles efectos adversos de la obesidad. También se identifica un efecto antitrombótico en las plaquetas, evitando la formación de trombos espontáneos. Existe evidencia que además podría influir positivamente en los niveles de triglicéridos en plasma.
“Todos los efectos mencionados anteriormente, pueden ayudar mantener no solo la salud del corazón, también de todo el aparato circulatorio. Otro punto a favor del consumo de productos del mar, es su rol neuroprotector. No es desconocido que nuestro país se encuentra en un proceso continuo y rápido de envejecimiento, junto a ello, enfermedades cerebrales como Alzheimer y Parkinson también están en aumento. Los ácidos grasos omega 3 y sus derivados, a nivel cerebral contribuyen a mantener un adecuado funcionamiento cognitivo, facilitando la comunicación entre las neuronas, disminuyen la neuroinflamación y la muerte neuronal”, manifestó el nutricionista.
Además, sobre el consumo de estos recursos marinos, existe evidencia de que su presencia en la dieta disminuye los eventos depresivos como por ejemplo la depresión postparto. Mientras que en recién nacidos y lactantes, contribuye a la formación del cerebro y permite el desarrollo óptimo de la agudeza visual, por tal razón las madres que se encuentran en lactancia deben ingresar estos ácidos grasos a través de su alimentación.
El especialista reflexionó que “es de esperar que las políticas públicas apunten a fomentar el consumo de pescados y mariscos con la debida responsabilidad por parte de nuestro Estado y su compromiso por velar y también con el respeto de los ecosistemas marinos, no sobreexplotarlos para así consumir productos marinos de buena calidad nutricional”.