Estudiar la adaptación y la resiliencia de los organismos y cómo ellos se relacionan con los cambios climáticos es parte de la línea de investigación de la Dra. Maribet Gamboa....
Estudiar la adaptación y la resiliencia de los organismos y cómo ellos se relacionan con los cambios climáticos es parte de la línea de investigación de la Dra. Maribet Gamboa. La académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) y miembro del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS), aborda también aspectos que tienen relación a cambios antropogénicos y cómo influyen en la genética de los organismos. Un ejemplo de ello es el caso del cambio climático.
Parte de las técnicas que utiliza para estudiar son la genómica del paisaje, ADN ambiental y expresión genética. “La genómica del paisaje estudia todos los genes en el genoma que tiene alguna asociación con alguna variable ambiental o antropogénica. ADN ambiental es el que se toma del ambiente, sin necesitar ningún tejido. Pueden ser a través de muestras de suelo, agua o aire para extraer ese ADN sin perturbar las especies que encuentran en el entorno. Se utiliza para realizar un monitoreo ambiental”, complementó la Dra. Maribet Gamboa.
En cuanto a la expresión genética, se relaciona con cuánto expresa un gen debido a una condición. Un ejemplo son los alérgenos de parásitos, que son una sustancia que pueden provocar una reacción alérgica en humanos y organismos marinos. “Por ejemplo, en el caso de los alérgenos de parásitos, buscamos averiguar cuántos de esos alergenos se expresaron de acuerdo con ciertos cambios de temperatura. También, vemos genes asociados a cambios de oxígeno. Se puede calcular cierto grado de cambio genético relacionado a las variables ambientales”, explicó.
Respecto a la importancia de la temática, el monitoreo ambiental es fundamental para conocer cómo las especies van cambiando y si sobreviven o no al cambio climático. “La idea es conocer cómo cambia el ambiente a lo largo de los años. Esto indica si una comunidad logra sobrevivir a estos cambios, ya sea de temperatura, climático o antropogénicos”, agregó.
Trabajo con abejas
Uno de los trabajos colaborativos que actualmente está desarrollando la académica, consiste en monitorear la salud de las abejas en diferentes colmenas de la Región del Biobío. En particular, comenzaron con las apicultoras en Santa Juana.
Se trata de una investigación que está llevando a cabo junto al Dr. Iván Hinojosa, donde monitorean el sonido de estas abejas. Esto con la idea de identificar los individuos que tienen mejor salud y mayor productividad, asociada a la calidad de la miel. “Yo estoy viendo la parte genética de estos insectos, ahí podemos ver cambios al sistema inmune, dado que algunas tienen bajo o alto nivel de producción de miel. Queremos averiguar el por qué en un mismo apiario se encuentran estas diferencias”, comentó la investigadora.
El estudio considera el sistema inmune de estos insectos, ver si son vulnerables a ciertos patógenos o virus. Para ello, a través de la genética se investigan todos estos cambios. Esta investigación se trata de un trabajo colaborativo donde además participa la Dra. Carolina Aguirre que estudia lo relacionado con la bioquímica de la miel. La Dra. Valeria Palma estudia el polen y su identificación, además de los tipos de plantas que pueden tener esa miel. Además, la académica Dra. Zenahir Siso trabaja en el componente de asociar a educadores con la productividad de la miel, para explicar todo el trabajo por medio de la ciencia ciudadana.
“La idea es traspasar el mensaje, que los estudiantes se interesen por las abejas y la miel, que se interesen en generar proyectos de investigación para una próxima generación. Esperamos analizar la comunidad de abejas en el norte, centro y sur del Biobío. También trabajamos con el apoyo de la Asociación Gremial de Apicultores de Concepción”, finalizó la Dra. Gamboa.