Carta es una sólida respuesta, tanto de la Academia como de la Industria, y que va en concordancia con los lineamientos establecidos por la UE en su European Common Fishery...
Carta es una sólida respuesta, tanto de la Academia como de la Industria, y que va en concordancia con los lineamientos establecidos por la UE en su European Common Fishery Policy, y que apoya el comercio de este nutritivo alimento marino producido sustentablemente en el sur del país.
La revista Food Control publicó en su volumen 118 (disponible online desde mayo), el artículo de Giusti et al. (2020) titulado: “Mussels (Mytilus spp.) products authentication: A case study on the Italian market confirms issues in species identification and arises concern on commercial names attribution”. En él, los autores proponen que, los mejillones de las especies Mytilus galloprovincialis y Mytilus chilensis deberían ser etiquetados con el nombre científico genérico de Mytilus sp., argumentando posibles incertezas taxonómicas detectadas al analizar las secuencias del gen de la Proteína Adhesiva Polifenólica (PAP) desde en la base de datos pública de secuencias de ADN de Genebank.
Sobre la base de este análisis mono-locus (es decir, usando un solo gen) los autores recomiendan incluir este cambio en la lista de nombres científicos y designaciones comerciales para Italia. Esta propuesta podría tener importantes consecuencias para la industria mitilicultura, tanto chilena como internacional.
Cabe señalar que actualmente los países de la Unión Europea (UE), en concordancia con su legislación sobre el etiquetado de los productos acuícolas y pesqueros (Regulación UE 1379/2013), están publicando las listas de nombres científicos y designaciones comerciales (nombres comunes) oficiales con que deben rotularse los alimentos marinos comercializados en cada país (https://ec.europa.eu/fisheries/cfp/market/consumer-information/names_en).
“En vista de que esta publicación ponía en duda la validez del nombre científico Mytilus chilensis, usado por la industria mitilicultura nacional para exportar sus productos, decidimos analizar en detalle los datos en los que se basaban las conclusiones obtenidas”, comenta el profesor Cristian Araneda (Facultad de Ciencias Agronómicas, Food Quality Reserch Center, Universidad de Chile).
La profesora María Angélica Larraín (Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Food Quality Reserch Center, Universidad de Chile) señala que “Desde el principio detectamos algunas inconsistencias en el trabajo de los investigadores italianos que los llevaron a conclusiones equivocadas. Por esta razón, decidimos enviar una carta al editor de Food Control para aclarar algunos puntos, refutando sus hallazgos y recomendaciones”.
“Los investigadores italianos realizaron un análisis de códigos de barra de ADN (DNA barcoding) sobre muestras que nosotros ya habíamos analizado con un panel de 49 marcadores genéticos (aproximación multi-locus), en el trabajo de Larraín et al. (2018), y estábamos seguros de que las muestras rotuladas en Genebank como M. galloprovincialis eran M. chilensis”, agregó Araneda, advirtiendo: “Pues, en esta base de datos los cambios en la taxonomía no están actualizados”.
“En otras palabras, lo que sucede es que previo a la aceptación del nombre científico M. chilensis por parte de las bases de datos WORMS e ITIS, muchas secuencias publicadas de la especie tienen nombres científicos antiguos no válidos, que puede llevar a error cuando no se hace un análisis exhaustivo de la información recuperada desde tales bases de datos”, sumó Larraín.
Para dar una respuesta consensuada, los investigadores de la Universidad de Chile invitaron a participar de la carta al equipo de investigadores con los que validaron el nombre científico del mejillón chileno, además de otros ligados a la industria mitilicultora de Chile y España.
La carta sometida a revisión de pares se publicó online en octubre de este año (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0956713520305429) y fue firmada, además de los profesores Larraín y Araneda, por los investigadores Dra. Malgorzata Zbawicka y Dr. Roman Wenne (Instituto de Oceanología de la Academia Polaca de Ciencias), Dr. Jonathan Gardner de la Universidad de Victoria en Wellington (Nueva Zelanda), Dra. Elisa Jiménez y Dr. Miguel Pardo del Centro Tecnológico AZTI en el país Vasco, Dra. Ángeles Longa y Dr. Ren-Shiang Lee del Consello Regulador Do Mexillon de Galicia y Dr. Cristian Segura del Instituto Tecnológico de la Mitilicultura (INTEMIT).
La carta entrega una serie de recomendaciones para no incurrir en interpretaciones erróneas de datos genéticos que pueden afectar a la cadena de producción y comercialización de los mejillones, y de paso la transparencia de los mercados.
Estas recomendaciones son: el uso de aproximaciones multi-locus para realizar la identificación de especie de los mejillones del género Mytilus, usar bases de datos taxonómicamente curadas para analizar secuencias si se va a utilizar el método de códigos de barra del DNA y validar cada método analítico usando estándares internacionales previo a su aplicación comercial.
Del re-análisis detallado de los datos presentados por Giusti et al. (2020), los signatarios de la carta concluyen que: Los investigadores italianos no presentaron ninguna evidencia que permita cuestionar el estatus taxonómico de M. chilensis como una especie valida dentro del género Mytilus y que para propósitos de etiquetado de alimentos se deben usar los nombres científicos Mytilus galloprovincialis para el mejillón del mediterráneo y M. chilensis para el mejillón chileno (Araneda et al. 2021).
Según el investigador del Instituto Tecnológico de la Mitilicultura, Dr. Cristian Segura, “esta nueva publicación es lapidaria en establecer el estatus que merece nuestra especie de mejillón 100% chileno, Mytilus chilensis. El desarrollo de una acuicultura basada en el cultivo de una especie endémica, favorece su sustentabilidad en el tiempo, ya que sus atributos eco-fisiológicos le han permitido adaptarse evolutivamente a un amplio rango de variabilidad ambiental desde sistemas marinos y estuarios complejos, incorporando y transformando los nutrientes del mar interior de la X región de Los Lagos, en proteínas (aminoácidos) y ácidos grasos (Omega 3) de la más alta calidad”.
Esta carta es una sólida respuesta, tanto de la Academia como de la Industria, y que va en concordancia con los lineamientos establecidos por la UE en su European Common Fishery Policy, y que apoya el comercio de este nutritivo alimento marino producido sustentablemente en el sur del país.