Temporada actual está marcada por la recesión mundial, producto de la pandemia, y el complejo escenario que enfrenta China, el principal destinatario de los crustáceos, que por lo mismo bajó...
Temporada actual está marcada por la recesión mundial, producto de la pandemia, y el complejo escenario que enfrenta China, el principal destinatario de los crustáceos, que por lo mismo bajó los precios de compra (La Prensa Austral).
En dos informaciones anteriores, el diario La Prensa Austral adelantó que este año sería muy lento el inicio de la temporada extractiva de centolla, principalmente por el escaso interés que despierta en los pescadores el precio que se ofrece por kilo, de no más de $1.800 a diferencia de los $10.000 que se terminó pagando el año pasado, puesto en el muelle.
La temporada de ahora está marcada por la recesión mundial, producto de la pandemia, y el complejo escenario que enfrenta China, el principal destinatario de los crustáceos, que por lo mismo bajó los precios de compra.
Este fenómeno ha hecho que la temporada partiera con escasos desembarques en Magallanes. Y los pocos que ha habido llegaron a Porvenir. En la caleta de pescadores de Barranco Amarillo prácticamente este año la centolla ha brillado por su ausencia. El movimiento de descarga sigue radicado por ahora en los desembarques de erizo, donde embarcaciones han arribado con grandes volúmenes.
A raíz de lo mismo algunos históricos pescadores ya dijeron que este año sus embarcaciones no saldrán a zona de pesca, a lo que añaden que cada vez deben ir más lejos a buscar este recurso, y a una mayor profundidad.
Juan Francisco Lemus, presidente local de los pescadores artesanales, reiteró que es una miseria lo que les están ofreciendo por la codiciada centolla. No más de $1.800 por kilo, en zona de pesca, siendo que la pura carnada les cuesta 660 pesos más IVA.
Lemus duda entre lo que califica de aprovechamiento de las pesqueras, o que realmente el precio está muy malo, porque cayó a valores que se pagaban hace 20 años.
Entiende que hay colegas que pese a esto igual salieron a la mar, porque hay grandes necesidades. Es imposible para él cubrir con $1.800 todos los gastos, como el pago de la gente, petróleo, pertrechos y carnada. Incluso algunos pescadores hicieron volver sus embarcaciones, porque vieron que los números no dan.
En Porvenir las pesqueras están acogidas a los beneficios de la Ley Navarino y es donde más mal pagan, comentó el dirigente. Incluso en Puerto Natales es mejor el precio.
Hoy los puntos de extracción están a 60 horas de navegación de Punta Arenas. Otros trabajan más lejos, en el sector de Puerto Toro. Las lanchas permanecen en zona de pesca entre cinco y seis meses por temporada. Durante ese tiempo son las lanchas de acarreo las que recogen las centollas y las trasladan a Porvenir o Punta Arenas.
Del total de lanchas que salen en una temporada de la centolla, que aproximadamente son 400, asegura que menos de un 30 por ciento salieron este año. En circunstancias normales, el 80 por ciento desembarca en Porvenir.
Lemus espera que en septiembre cambie la situación, que es lo que se comenta que podría suceder. En eso están esperanzados.