Ejecutivo optó por una disposición más permisiva que la proposición original y permitirá una expansión acotada. (El Mercurio). Tras la división que ha generado en la industria salmonera, el Gobierno...
Ejecutivo optó por una disposición más permisiva que la proposición original y permitirá una expansión acotada. (El Mercurio).
Tras la división que ha generado en la industria salmonera, el Gobierno finalmente optó por una norma más permisiva para la actividad acuícola, no impidiendo su crecimiento. La propuesta inicial contemplaba un castigo para todo tipo de expansión en siembras, lo que fue modificado en esta oportunidad. Sin embargo, la normativa no dejó satisfecha a toda la industria, lo que fue reconocido por el propio subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme.
El Ejecutivo buscaría que la nueva disposición -que esperan dictar entre esta semana y la próxima- se aplique a las declaraciones de siembra que presentaron las salmoneras el mes pasado para la macrozona (conjunto de agrupación de concesiones) número tres.
Según el jefe de la división de Acuicultura de Subpesca, Eugenio Zamorano, la nueva regulación incluye un sistema «dual» porque se trataría de una norma que permite dos velocidades de siembra. Por un lado premia positivamente a las agrupaciones que pretenden reducir por sí mismas su proyección de crecimiento y, por otro, establece dos niveles de tolerancia en el crecimiento de los cultivos.
En este sentido, si el crecimiento es hasta 3% las compañías podrán operar en una densidad entre 17 kilos y 11 kilos por metro cúbico. En tanto, si el crecimiento fluctúa entre un 3% y un 6% por barrio -al ser mayor el riesgo de enfermedades- se mitiga por la vía de una menor densidad y podrán crecer solo a través de una densidad de 8 kilos por metro cúbico. A su vez, si el crecimiento es superior al 6%, para el Gobierno se transforma en un riesgo inaceptable y la mitigación se da por la densidad más baja, que es hasta 4 kilos por metro cúbico.
El subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, dijo que «esta propuesta se diferencia de la original, porque se trataría de un sistema flexible, donde se tolera un mayor riesgo. Ahora bien, si ese riesgo se transforma en un perjuicio sanitario, se buscan medidas de mitigación. Por esta razón quienes tengan menor riesgo se les permitirá un mayor crecimiento».
Ante el desacuerdo de los empresarios salmoneros en relación con la norma, el subsecretario expresó que como gobierno están «tranquilos, porque nuestro énfasis es permitir un crecimiento económico, particularmente en los salmones, pero que sea sustentable». Agregó que «evidentemente el buen precio del salmón y el posicionamiento que el producto chileno tiene en el mercado mundial puede llevar a algunas personas a tener una mirada de corto plazo, donde sacrifican en pos de una ganancia económica inmediata muy elevada la sustentabilidad en el largo plazo».
A su vez, Subpesca citó para el 8 de octubre a la industria para intentar modificar el Reglamento Sanitario en lo relativo a los planes de reducción de siembra, propuesta que fue muy celebrada en el sector.