El jefe regional de la Subdere, Patricio Piña, visitó el centro de cultivo con el fin de visualizar opciones de financiamiento para que el proyecto desarrolle etapas de producción y...
El jefe regional de la Subdere, Patricio Piña, visitó el centro de cultivo con el fin de visualizar opciones de financiamiento para que el proyecto desarrolle etapas de producción y comercialización. (Mundo Acuícola).
Como una “verdadera alternativa de desarrollo productivo” definió el jefe de la Unidad Regional de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), Patricio Piña, el Centro de Cultivo de Truchas Arcoiris, que mantiene la Universidad Arturo Prat (UNAP) en la localidad precordillerana de Copaquilla, región de Arica y Parinacota.
La autoridad realizó un recorrido por las instalaciones ubicadas a 90 kilómetros al este de Arica. Tras conocer las distintas fases de producción que fueron expuestas por el jefe del proyecto y biólogo marino, Renzo Pepe, el jefe regional de la Subdere valoró “el esfuerzo que ha hecho la universidad y que no se puede perder. Esto debe replicarse en otras comunidades. Si lo que necesitan para continuar es que hablemos con el Presidente de la República, lo haremos. Esto es revolucionario y novedoso. Pocos saben que a 3 mil metros de altitud estamos cultivando truchas”.
Piña expresó que existe preocupación en el Gobierno Regional “por buscar alternativas para el desarrollo de la precordillera y el altiplano. No buscamos sólo el desarrollo tradicional a través del turismo o la agricultura. También buscamos otras fuentes como éstas, para que los jóvenes retornen a los poblados rurales. La producción de truchas es algo innovador y con muchas perspectivas comerciales”.
Asimismo, dijo que junto con sumar recursos del Estado para concretar la fase productiva y de comercialización de las truchas, además del traspaso de los conocimientos a la Comunidad Indígena de Copaquilla, “es necesario sumar esfuerzos del sector privado que podrían interesarse en este proyecto. Estamos gestionando la visita de un empresario del sur interesado en el proyecto. Yo imagino este proyecto con seis o siete estanques más”.
En cuanto al apoyo económico que podría proporcionar la Subdere para las etapas que faltan de este proyecto de la UNAP, Piña señaló que estudiará algunas fuentes para adquisición de equipos fotovoltaicos o para alcantarillado y agua potable. También se comprometió a acelerar el nuevo proceso del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional, al cual pretende postular la UNAP, tal como lo hizo el 2013, cuando ganó la primera etapa que permitió la construcción de la estación acuícola y la compra de los ejemplares reproductores.
Por su parte, el biólogo marino Renzo Pepe, expuso que la visita del jefe de la Subdere “se enmarca dentro de la estrategia de la UNAP a nivel de las instancias de Gobierno, por posicionar la actividad acuícola como alternativa de desarrollo económico sustentable en la región. Queremos conseguir apoyo desde las instituciones del Estado para completar las fases de este proyecto de cultivo de truchas, para que pueda ser traspasado a la comunidad. Hoy la estación se mantiene con recursos de la universidad, pero se requiere el compromiso de otras fuentes de financiamiento para cumplir con el objetivo final, es decir, que se convierta en una alternativa productiva que genere ingresos a las comunidades”.
Truchas sureñas al norte
La piscicultura de Copaquilla es la de mayor altitud en Chile. Se alimenta con energía fotovoltaica y con un generador diésel. Los seis estanques circulares construidos utilizan agua de vertiente y fueron diseñados para la engorda de los peces. Cada uno tiene capacidad para 40 metros cúbicos y en ellos caben 1.000 kilos de truchas, es decir, 1.000 individuos de 1 kilo ó 2.000 de 500 gramos.
Los ejemplares iniciales fueron traídos por tierra en octubre de 2015 desde la piscicultura «Río Blanco» en la Quinta Región. “El traslado fue bastante delicado porque tuvimos que controlar parámetros de oxígeno y temperatura cada cierta cantidad de horas, hasta completar el viaje que duró dos días. Elegimos a esa piscicultura por sus antecedentes que nos dan certeza de la calidad y no contaminación de sus ejemplares”, recuerda Renzo Pepe.
Actualmente, poseen 120 ejemplares reproductores de 3 kilos aproximadamente, y con ellos se está generando el desove. Además, hay otros 2.200 peces en estado juvenil.
Desde que concluyó la primera etapa, la UNAP optó por no cerrar el proyecto, ya que de hacerlo debía incinerar los peces que había cultivado. La casa de estudios decidió mantenerlo con recursos propios, a la espera de conseguir una fuente de financiamiento estatal que permita cumplir el objetivo final: desarrollar una nueva actividad productiva en la región.
La vicerrectora de Investigación, Innovación y Postgrado, Margarita Briceño, indica que “esta iniciativa se enmarca dentro de lo que busca la Estrategia de Desarrollo Regional de Arica y Parinacota. Ese instrumento nos señala a la acuicultura como eje de desarrollo. Nuestros resultados con este proyecto son muy auspiciosos por lo que esperamos continuarlo y transferir este conocimiento a las comunidades locales”.
Advierte que otro punto que deberá abordar el proyecto, es la comercialización e incorporación del producto en la dieta nortina. Para ello, ya han hecho algunas pruebas con restaurantes de Arica, donde la trucha arcoíris ha sido preparada en diversas recetas y ha tenido buena aceptación.
“Junto con la etapa de engorda y marcación de los peces, también tendremos que ocuparnos de lo que significa el registro sanitario. Estos ejemplares provienen de un sistema de producción limpia y natural, por tanto, tienen un sabor muy especial. Nosotros esperamos que las comunidades lo asuman como suyo y avancen con él”, expone la académica.