Tendencias claras en la industria, como en la de procesamiento de productos del mar, indican que el aumento en la demanda de alimentos congelados y refrigerados continuará, considerando que los...
Tendencias claras en la industria, como en la de procesamiento de productos del mar, indican que el aumento en la demanda de alimentos congelados y refrigerados continuará, considerando que los consumidores prefieren productos que mantengan las características de frescura y envasados en porciones individuales. (Mundo Acuícola).
A temperatura ambiente, los alimentos y otros productos biológicos se descomponen y se deterioran de manera fácil, especialmente, si se trata de productos del mar. Es por ello que la industria ha desarrollado técnicas para reducir la velocidad del crecimiento de microorganismos y disminuir la actividad enzimática y reacciones químicas, mediante soluciones a bajas temperaturas.
Una de ellas es la congelación criogénica para procesar productos del mar, desarrollada por Indura y cuya técnica se basa en el uso de nitrógeno líquido para lograr una óptima conservación. Según explica el subgerente de Negocios del Área Alimentos de la compañía, Roberto Contreras, “los alimentos provenientes del mar se congelan en un rango de temperatura entre -2º C y -4º C, luego de ello se llevan a temperatura de almacenamiento bajo los -18°C, en el transcurso en que logran estas bajas temperaturas se forman micro cristales de agua en su interior; por lo tanto, la calidad del producto congelado será mejor cuanto más rápido se llegue a esta condición, manteniendo sus características organolépticas cuando el producto sea descongelado”.
Así, dentro de las grandes ventajas que tiene el uso de la congelación criogénica, cuentan que “los productos no pierden su calidad y características de vital importancia como el sabor, textura, color y olor”. Además, “este método cumple con los altos estándares de exigencia que demanda la industria alimenticia”, agrega.
Específicamente en productos que provienen del mar, este método resulta más idóneo aplicarlo, por ejemplo, en “porciones y filetes de pescado, crustáceos, mariscos, platos preparados y en general productos que requieran ser congelados individualmente”, aclara Contreras.
Beneficios operativos y consumidores
Lo anterior se extiende también a los beneficios operativos que acarrea esta tecnología, pues el ejecutivo de Indura argumenta que “se requiere una menor inversión inicial, posibilita una mayor flexibilidad en la capacidad de producción, necesita menor cantidad de energía eléctrica, no requiere de grandes espacios y permite una fácil limpieza de los equipos”.
Asimismo, “el enfriamiento y la congelación ya son un aspecto esencial de muchos procesos de producción y distribución de alimentos, puesto que tendencias claras en la industria como, por ejemplo, en la de procesamiento de productos del mar, indican que el aumento en la demanda de alimentos congelados y refrigerados continuará, considerando que los consumidores de hoy prefieren productos congelados, en porciones de consumo individual y que mantengan -de mejor manera y por mayor tiempo- las características del alimento fresco”.
Indura, como parte del grupo Air Products, participa en el desarrollo de nuevos equipos e introduce esta moderna tecnología en los diferentes procesos de la industria alimenticia regional, con equipamiento acorde al tipo de proceso y al nivel de producción de sus clientes, con un enfoque práctico y eficiente para lograr los objetivos de cada proyecto a implementar.