Más países se comprometen a bloquear los barcos que transportan capturas ilegales. (FAO.ORG) Un número cada vez mayor de países se está adhiriendo a un acuerdo mundial que ayude a...
Más países se comprometen a bloquear los barcos que transportan capturas ilegales. (FAO.ORG)
Un número cada vez mayor de países se está adhiriendo a un acuerdo mundial que ayude a detener la pesca ilegal, coincidiendo con la celebración el 5 de junio del primer Día Internacional de la Lucha contra la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada (INDNR). Se estima que la pesca ilegal afecta a uno de cada cinco peces capturados, con un coste anual de hasta US$ 23 000 millones.
La fecha de hoy fue elegida para poner de relieve el flagelo de la pesca ilegal porque es el aniversario del Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto (Amerp), que entró en vigor en 2016. El Amerp es el primer acuerdo internacional vinculante dirigido de forma específica a combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Hasta el momento, son partes del acuerdo 54 estados y la Unión Europea, y muchos han comenzado ya a aplicar sus disposiciones.
«Muchos otros países se encuentran actualmente en el proceso de ratificación por parte de sus parlamentos. Me gustaría felicitarles a todos e instar a los demás países a unirse a este esfuerzo global para acabar con la pesca ilegal. Para que el Amerp alcance plena eficacia, necesitamos que se sumen todos los países», aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en un acto paralelo celebrado durante el Consejo de la FAO con ocasión de este día internacional.
El Amerp reduce los incentivos para los buques que operan ilegalmente, negando su acceso a los puertos y, por lo tanto, limitando su capacidad para desembarcar sus capturas. De hecho, impide que los productos pesqueros obtenidos de forma ilícita lleguen a los mercados nacionales e internacionales.
«Operadores sin escrúpulos en todo el mundo están saqueando las poblaciones de peces y vaciando nuestros oceános, y no son solo los peces sino también las personas las que están pagando por ello. Unos océanos vacíos equivalen a estómagos y a carteras vacíos», aseguró Karmenu Vella, comisario de Asuntos Marítimos y Pesca de la Unión Europea en el evento en la sede de la FAO.
«Indonesia sigue poniendo en marcha medidas muy estrictas y continuaremos teniendo tolerancia cero con la pesca ilegal y no declarada», afirmó Susi Pudjiastuti, ministra de Asuntos Marinos y Pesca de Indonesia, país anfitrión de la Conferencia internacional «Nuestros Océanos» de este año. «Debemos trabajar juntos. Ningún país puede acabar con la pesca INDNR solo».
Nuevo impulso
Por vez primera, existe un impulso creciente para estrechar el cerco sobre la pesca ilegal, con una serie de instrumentos internacionales que hacen que el mundo esté más cerca de lograr este objetivo.
El Amerp se complementa con otros instrumentos, como son las Directrices voluntarias para la actuación del Estado del pabellón de la FAO y las Directrices voluntarias para los sistemas de documentación de las capturas, introducidas por la FAO en 2017 para permitir una trazabilidad mejor y más armonizada del pescado a lo largo de la cadena de valor.
El registro mundial de buques de pesca, transporte refrigerado y suministro -que se hizo operativo en 2017-, es un registro certificado a nivel estatal con información sobre las embarcaciones que participan en operaciones de pesca y es un elemento que apoya la implementación del Amerp y del seguimiento, control y vigilancia de la pesca en general.
Las directrices voluntarias sobre el marcado de las artes de pesca de la FAO -que apuntan a reducir los aparejos abandonados, perdidos o descartados- han sido negociadas los países miembros de la FAO y están pendientes de aprobación por el Comité de Pesca de la FAO, en julio de este año.
«Contamos con todos los instrumentos necesarios para lograr nuestro objetivo, pero para ello necesitamos también un sólido compromiso de los gobiernos y de todas las partes interesadas relevantes», concluyó Graziano da Silva.
Pescadores de pequeña escala, los más vulnerables
Cerca del 10% de la población mundial depende directamente de la pesca para su sustento, y en muchos países en desarrollo, el pescado es el alimento más comercializado. La pesca ofrece además empleos para los jóvenes y las mujeres. Pero la sostenibilidad de este importante sector socioeconómico se encuentra gravemente amenazada por la pesca ilegal.
La pesca INDNR tiene un impacto negativo en los medios de subsistencia, las poblaciones de peces y el medio ambiente. Puede además estar vinculada con otras actividades ilegales, como el contrabando de estupefacientes y armas, la trata de personas y los abusos laborales, e incluso el trabajo en condiciones de esclavitud.
La pesca ilegal amenaza igualmente los progresos hacia la gestión sostenible de la pesca, que es uno de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La FAO brinda un programa de desarrollo de capacidad global para ayudar a los países en desarrollo a mejorar su capacidad para monitorear sus propias flotas y examinar los buques extranjeros que visitan sus puertos, así como la vigilancia sus zonas costeras, para que puedan garantizar la sostenibilidad de los recursos pesqueros dentro de sus aguas.
El Día Internacional de lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 5 de diciembre de 2017, a partir de una propuesta de la FAO y la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM).