Regulaciones que brinden certezas, desarrollo sostenible y el potencial de Chile como líder acuícola mundial hacia 2050 fueron puntos clave.
Dentro del plan de acción de la asociación gremial tendiente a escuchar a los grupos de interés para la salmonicultura, Salmonchile presentó los resultados de los “Diálogos para la salmonicultura del futuro”. En concreto, se trató de 8 jornadas realizadas en 6 regiones desde Biobio hasta Magallanes, en las que participaron más de 800 personas, entre autoridades locales, representantes de la academia, empresas, trabajadores, dirigentes y proveedores de la industria del salmón.
En acuerdo
El presidente de SalmonChile, Arturo Clément, destacó que los diálogos tuvieron por objetivo conocer las opiniones, negativas y positivas, de estos actores clave para la salmonicultura. No obstante, fue enfático en señalar que “el principal resultado tiene que ver con que todo el mundo está de acuerdo en que la salmonicultura y la acuicultura son una tremenda oportunidad para el desarrollo del sur de Chile y del país”.
Agregó que de esta forma se derriba “esta típica discusión binaria de que si tenemos que tener salmonicultura, o no tiene que existir la salmonicultura, no fue nunca una opción”.
Metodología
En cuánto a los diálogos, tuvieron como metodología el denominado “café mundial”, que busca tener conversaciones importantes en un contexto ameno. Las jornadas se centraron en tres ejes; Convivencia en mar: agua dulce y territorio; salmonicultura y sustentabilidad; y desarrollo económico y bienestar social.
En este ámbito, se hicieron tres tandas de preguntas pensando en el camino de la industria hacia el 2050. Brechas y desafíos actuales frente a cada una de estas temáticas; sueños y proyecciones de la industria al 2050; y finalmente, compromisos concretos de colaboración para cumplir estos objetivos.
Una vez concluidas estas conversaciones, vino el análisis de la información obtenida, labor a cargo de la empresa Criteria, que quedó inmortalizado en un libro disponible en el siguiente enlace.
Hallazgos
Dentro de las principales conclusiones, según explicó Felipe Díaz, director de Comunidades de SalmonChile, se encontró una solicitud de potenciar una relación más sólida de la industria con las comunidades, y asimismo, fomentar la colaboración entre las empresas, el Estado y las comunidades locales.
Por otro lado, los participantes expresaron la necesidad de contar con marcos regulatorios “que sean claros y comprensibles, y que brinden certezas a los habitantes del sur, pero también a la industria, tanto en materias laborales, como de planificación territorial”, expresó Díaz. A ello se agrega la necesidad de integrar a las comunidades y los actores locales en el diseño de estas regulaciones.
Junto con lo anterior, el representante de SalmonChile se detuvo especialmente en la Ley Lafkenche como un punto importante que surgió en estos diálogos, ya que la legislación genera tensiones entre comunidades, empresas y autoridades.
Sostenibilidad
En materia de sostenibilidad, Díaz explicó que “existe esta compatibilidad entre la actividad productiva y el medio ambiente. Salió fuerte el posicionar a esta industria como un polo de desarrollo tecnológico, incorporando tecnologías para minimizar impactos medioambientales”.
Por último, el representante agregó que dentro de las mesas de trabajo se destacó el rol de la salmonicultura como aporte significativo a la economía local, mediante la contratación de proveedores y servicios locales; y la generación de fuentes laborales permanentes.
Proyecciones al 2050
Finalizando la exposición, el presidente de la asociación gremial, Arturo Clément, se refirió al potencial del país para transformarse en una industria “más grande y sostenible, líder en incorporar no sólo a la salmonicultura sino otros cultivos a desarrollar en el sur de Chile”. Esto, pensando en transformar al país en una potencia acuícola mundial al 2050.
Encadenamiento productivo
En este marco, el Director Territorial de SalmonChile, Tomás Monge, enfatizó nuevamente en la necesidad de contar con “regulaciones claras y modernas, que brinden certezas claras, en materias económicas, jurídicas y laborales, y que permitan proyectar a la industria en el largo plazo”.
“A Chile le ha faltado una visión país respecto al potencial de la industria. Somos una industria regionalista, descentralizadora, que llega muchas veces donde el Estado no llega. Entonces, creemos que tenemos una oportunidad de encadenamiento productivo para el sector portuario, de cabotaje marítimo, de transporte terrestre y de la agricultura”.
Monge expresó en esta materia, que actualmente la industria acuícola ocupa entre 80.000 y 90.000 hectáreas agrícolas. Sin embargo, la acuicultura tiene un potencial en materia agrícola de entre 200.000 y 300.000 hectáreas, pudiendo beneficiar a la agricultura desde el Maule hasta Los Lagos.