El acuerdo busca convertir el 30% de los océanos en áreas protegidas para 2030, abordar el uso sostenible de recursos genéticos marinos y garantizar un reparto equitativo de beneficios.
-El océano como protagonista
En términos generales, este acuerdo busca convertir al 30% de los océanos del mundo en áreas protegidas, de aquí al 2030. Establece el uso sostenible de los recursos genéticos marinos, la evaluación de los impactos ambientales y un reparto equitativo de los beneficios, especialmente para los países en desarrollo.
Asimismo, potenciará una gestión sostenible de la diversidad biológica marina a nivel mundial para garantizar derechos humanos diversos, como el de la alimentación y el medio ambiente.
Más allá de las 200 millas
El acuerdo protege las denominadas “aguas internacionales”, aquellas situadas más allá de las 200 millas marinas de las costas y que son dos tercios del total de los océanos. Estas aguas son hasta ahora gestionadas bajo acuerdos y organismos internacionales sin jurisdicción, ni normas específicas para su protección.
Un tratado de nueva generación
El BBNJ es considerado un tratado de nueva generación, ya que incorpora la evolución del Derecho Ambiental Internacional, incluye un enfoque multilateral sobre la protección del ambiente marino y establece la conservación y uso sustentable de la biodiversidad como objetivo principal. Incorpora la regulación de los recursos genéticos marinos, incluida la información digital de secuencia de dichos recursos o la noción de cambio climático.
Importancia para Chile
En relación al océano, Chile tiene una postura de Estado estratégica, con una visión integral sobre su conservación y uso sustentable, que se expresa en su participación en iniciativas internacionales (anfitrión Our Ocean Conference en 2015; miembro del High Level Panel for a Sustainable Ocean Economy; co-chair del Ocean Climate Dialogue bajo la UNFCCC), y la protección formal de un 43% de sus aguas jurisdiccionales.
El BBNJ hace partícipe a Chile en la gobernanza global de áreas fuera de su jurisdicción nacional, ampliando su influencia en las decisiones. Ello adquiere carácter estratégico por el carácter oceánico de Chile (la 11ª Zona Económica Exclusiva más grande del mundo) y por su calidad de país en desarrollo.
Los próximos pasos
El pacto se acordó el 4 de marzo en Naciones Unidas y adoptado formalmente el 19 de junio de 2023. Chile lo suscribió el 20 de septiembre, siendo ratificado por el senado de forma unánime en enero de 2024. En paralelo, Chile ofreció albergar la Secretaría de la BBNJ en Valparaíso, lo que aún debe ser aprobado por las partes.
Un total 83 países y la Unión Europea ya han firmado el BBNJ. Corresponderá al Secretario General de las Naciones Unidas convocar a su primera Conferencia de las Partes (COP)