Mundo Acuícola conversó con el Dr. Daniel Nieto Díaz-Muñoz, gerente del Programa Tecnológico para la Producción Local de Insumos Nutricionales Para la Acuicultura, con el fin de conocer los hitos y avances de esta iniciativa.
Desde 2022 se viene desarrollado el proyecto Corfo PTEC-INVA (código 21PTECIN-188130), el cual tiene como objetivo general “conformar e implementar una plataforma de apoyo que permita, mediante el trabajo colaborativo, fomentar la producción, uso y transformación de insumos vegetales nutricionales, provenientes de cultivos de rotación de la macrozona sur y austral de Chile, en fuente sostenible de proteínas y aceites, generando las condiciones habilitantes para su escalamiento e incorporación costo-efectiva a la elaboración de dietas en la industria de salmónidos”.
Así, ad portas de iniciar un tercer año de desarrollo, Mundo Acuícola conversó con el Dr. Daniel Nieto Díaz-Muñoz, gerente del PTEC-INVA, para conocer avances, hitos y proyecciones en la hoja de ruta del proyecto.
Hace un año, cuando usted asumió la gerencia del PTEC-INVA, nos comentó que una de sus primeras labores era potenciar instancias de encuentro y comunicación entre los diferentes actores participantes del proyecto, ¿cómo evalúa este aspecto al cierre de 2023?
Sin duda, lo evalúo muy positivamente, y no solo a nivel de gobernanza, sino también por parte de las instituciones involucradas. Por ejemplo, el INIA, a través de su investigadora Dra. Claudia Osorio -quien también es subdirectora del Proyecto-, lideró diferentes “Días de Campo”, consistentes en charlas técnicas con agricultoras y agricultores de las diferentes regiones que estaban cultivando o deseaban producir especies vegetales en el marco del Programa.
En mi caso, durante 2023 participé en dos giras. La primera de éstas se realizó a mediados de año, cuando, junto a ejecutivos sectoriales de Corfo y otros representantes del PTEC-INVA, visitamos el laboratorio VeHiCe (Veterinary Histopathology Center) en Puerto Montt (región de Los Lagos); la planta de Agrotop (Saprosem), en Freire (región de La Araucanía); el laboratorio y hatchery de la Universidad Católica de Temuco; y las dependencias del INIA Carillanca (Vilcún, región de La Araucanía), realizando, en este último punto, una visita a los predios con cultivos experimentales de camelina, arveja, haba y otras especies.
La segunda gira se llevó a cabo en la región de Magallanes, desde el 11 al 13 diciembre, con una importante agenda de actividades. Me acompañó una delegación del PTEC-INVA compuesta por la Dra. Claudia Osorio; la experta en innovación y propiedad industrial Claudia Gotschlich Stoffel; y los ejecutivos sectoriales de Corfo Rosana Rodríguez y Arturo Fernández, entre otros.
En el primer día de gira, nos reunimos con el director del Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícolas de la Universidad de Magallanes (UMAG), Dr. Pablo Gallardo Ojeda, quien encabezó un recorrido por el Centro de Investigación en Acuicultura Laredo. Posteriormente, nos reunimos con los equipos locales del INIA y de las secretarías regionales ministeriales (seremis) de Agricultura y de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Austral. Y, para cerrar la jornada, sostuvimos un diálogo con el director de innovación de la UMAG, Dr. Sergio Radic.
El segundo día de gira en Magallanes estuvo marcado por una reunión con representantes regionales de Corfo, INIA, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la Asociación de Salmonicultores de Magallanes y la Asociación de Ganaderos de Magallanes (Asogama). Se dio un diálogo muy valioso, con mucho interés y preguntas de cada uno de los participantes.
Finalmente, el resto de la gira lo destinamos a visitar estancias ubicadas en Puerto Natales, Río Verde y otras zonas de la región de Magallanes, en donde se están cultivando especies como arveja, lupino y camelina, siempre en el contexto del Programa.
Respecto a las instituciones y empresas coejecutoras y asociadas al PTEC-INVA, ¿en qué se encuentran trabajando cada una de ellas?
Actualmente, el INIA está trabajando en el análisis de los cultivos experimentales en diferentes ubicaciones, los cuales ya se encuentran en su segundo ciclo. De ellos se están evaluando criterios agronómicos a lo largo de su crecimiento y poscosecha, como por ejemplo cantidad de plantas por hectárea, rendimiento en kilogramos, producción de proteínas o aceite, entre otros factores.
En cuanto a la Universidad Católica de Temuco y la Universidad de Chile, en sus respectivos hatcherys se están probando dietas con diferentes formulaciones de aceites. Próximamente, se prevé comenzar las pruebas con harina de insumos vegetales, pasando luego a la etapa de concentrados proteicos durante el segundo semestre del 2024.
Para la prueba de estas dietas experimentales, la participación de Salmones Antártica ha sido activa. Por un lado, proporcionado los peces necesarios para los ensayos experimentales, en ambas casas de estudio; por otro lado, han contribuido significativamente en la fabricación de dichas dietas, especialmente con el apoyo del gerente técnico de Salmones Antártica y director del PTEC-INVA, Paulo Palacios, y toda la experiencia del equipo de la planta de alimentos de la compañía.
También es importante destacar el trabajo de la empresa asociada Alianza Team, la cual ha ayudado mucho en la formulación de las mezclas de aceites.
Por otro lado, Saprosem (Agrotop) ha avanzado en los cultivos de canola y está en proceso de transformar la semilla transgénica (genéticamente modificada, GMO) de canola, cumpliendo con los permisos y disposiciones legales para determinar la eficiencia, rendimiento y costos del cultivo.
En tanto, el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) está estableciendo protocolos para alcanzar las concentraciones proteicas deseadas, evaluando los insumos vegetales que ofrecen mayores expectativas para la concentración de proteínas. Han logrado concentraciones proteicas de más del 80% en el lupino dulce, 60% en la arveja y ahora están enfocados en la alfalfa, con planes de trabajar con otras especies.
Por último, el laboratorio VeHiCe prácticamente ha terminado sus packs tecnológicos comprometidos en el marco del Programa. Éstos se centran en evaluar el impacto de las dietas experimentales y de los componentes de origen vegetal utilizados (harinas, concentrados proteicos y aceites), ya sea a nivel de salud ósea, hepática, inmunológica y de microbiota intestinal.
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