El primer lugar, Dryer Chile, propuso convertir los residuos de carne de mejillón en harinas de alto valor nutricional, mientras que el segundo, Biokeikruk, diseñó boyas biodegradables para abordar la contaminación por plásticos en los océanos.
Luego de recibir un total de 22 postulaciones, ACME Chile, empresa procesadora y comercializadora de salmón ahumado, seleccionó a los dos ganadores de la 2da versión del “Premio ACME Chile para el Cambio Climático”. Una iniciativa que busca identificar, apoyar con financiamiento y visibilizar soluciones innovadoras y sustentables que contribuyan a la reducción de la huella de carbono en la industria de productos del mar.
Franco Adam, CEO de ACME Chile, señaló que “es un honor para nosotros destacar y apoyar a ideas tan innovadoras. Creemos firmemente en la importancia de encontrar soluciones que contribuyan de manera significativa a la reducción de la huella de carbono. Estos proyectos, basados en harinas de mejillón y boyas fúngicas, demuestran que la innovación puede ser un motor clave para el cambio climático y la sostenibilidad. En ACME Chile, estamos comprometidos con liderar iniciativas que impacten positivamente en nuestro entorno y en el futuro de la industria”.
El primer lugar se lo llevó el proyecto «Harinas de mejillón de alto valor nutricional» de Dryer Chile, una empresa de la Región de Los Lagos que busca solucionar el problema de generación de residuos que existe en la industria mitilicultora, en específico la carne de mejillón que se descarta, sin comercializarse, y termina en los vertederos, significando un costo (económico) para la industria y para el medioambiente. Se busca, por tanto, dar valor a este residuo orgánico a través de la generación de harinas de alto valor nutritivo, aplicando la economía circular.
«Estamos agradecidos por ser reconocidos con el ´Premio ACME Chile para el Cambio Climático´. Este concurso nos permitirá avanzar en la puesta en marcha del proyecto con miras a la validación productiva y posterior escalabilidad de la solución, donde se busca revalorizar los residuos de carne de mejillón en la industria Mitilicultora. Iniciativas como este premio son un ejemplo para otras compañías para apoyar a empresas que están buscando innovar con foco en la agregación de valor en distintos sectores productivos, en especial en temas tan importantes como la sustentabilidad, el cambio climático y la economía circular», señalan Rodrigo Rubilar, gerente de operaciones; y Boris Sepúlveda, director I+D de Dryer; ganadores del primer lugar.
Entre las consideraciones del jurado para elegir al primer lugar, estuvo presente la urgencia del problema del manejo de residuos de esta industria que afecta directamente a las comunidades de Chiloé, junto con la afectación de los ecosistemas terrestres y marinos. También se valoró la consolidación de la organización dentro del ecosistema, destacando su innovación.
El segundo lugar lo obtuvo «Baukatech boyas fúngicas» de la startup Biokeikruk de la Región de Magallanes, que tiene como objetivo abordar la grave problemática de la contaminación por plásticos en los océanos, incorporando el reino fungi a la industria de productos del mar a través del diseño e instalación de boyas biodegradables en los centros de cultivo y otras instalaciones.
Lorenza Zanoni, CEO de Biokeikruk, comentó que “estas boyas representan un logro destacado en el campo de la sostenibilidad, ofreciendo una alternativa ambientalmente consciente para la industria, al tiempo que demuestran cómo la simbiosis entre la biotecnología y los recursos naturales puede transformar positivamente nuestro impacto en el medio ambiente”.
El jurado destacó su carácter emergente, abriendo el campo de la investigación aplicada del fungi en la sustitución o complementación de plásticos empleados en diversas operaciones, abriendo una avenida de innovación relevante. A partir de ello, pueden generarse nuevas oportunidades de soluciones sustentables e innovadoras.
El concurso, que fue gestionado por 40c Consultores, cuenta con un monto total de USD $40.000, fondo que será repartido entre dos proyectos ganadores seleccionados. El primer premio recibirá USD $25.000, mientras que el segundo obtendrá USD $15.000.
Cada una de las propuestas fue sometida a una preselección por parte de un comité técnico, el cual eligió cinco proyectos que posteriormente fueron evaluados por un jurado especializado, el cual estaba compuesto por Franco Adam, CEO de ACME Chile; Daniel Silva, periodista de ciencia, innovación y tecnología de Mega; Adolfo Alvial, director ejecutivo del Centro de Innovación Acuícola; Anette Krohn, gerente de Endeavor Patagonia; y Cristián Solís, gerente general del grupo B2B media, que agrupa a medios de comunicación especializados como Aqua.
Las dimensiones evaluadas consideraron tres aspectos clave. En primer lugar, la innovación fue medida según la capacidad del proyecto para introducir elementos innovadores en las industrias de recursos marinos, incluyendo la adaptación de soluciones de otras industrias. En segundo lugar, la implementación se centró en evaluar la viabilidad y escalabilidad de la solución propuesta, abordando detalles como el uso de los recursos del premio, los plazos, los recursos involucrados y la posibilidad de replicación. Por último, el impacto fue medido en función de dos pilares fundamentales: la reducción prevista de la huella de carbono gracias a la solución propuesta y las metodologías utilizadas para medir dicho impacto.
El concurso de Chile se lleva a cabo en paralelo con la versión que realiza ACME Smoked Fish en Estados Unidos y Canadá, llamado “Seafood Industries Climate Award” (SICA, por sus siglas en inglés). Que este año premió tres iniciativas, las cuales están enfocadas en abordan aspectos cruciales como la diversidad, la sostenibilidad en la acuicultura y el desarrollo de productos sostenibles, buscando contribuir a la reducción de la huella de carbono y al impacto positivo en la industria pesquera.