Esta instalación, equipada con tecnología avanzada, busca reducir la huella de carbono al valorizar localmente los residuos plásticos, siendo un paso significativo hacia una industria acuícola sostenible en la región de Aysén.
Greenspot, filial de Resiter, da un paso significativo en su compromiso con la sostenibilidad al anunciar la apertura de una nueva planta en la ciudad de Aysén. Esta instalación, con una capacidad para valorizar 2400 toneladas de residuos plásticos al año, marca un hito en la expansión nacional de la operación de Greenspot.
La planta, estratégicamente ubicada en el sector Pangal, de Puerto Aysén, se enfocará principalmente en la valorización de plásticos rígidos y EPS (Plumavit) procedentes de la industria salmonera y retail, consolidándose como el valorizador clave para la economía circular en la región del sur austral de Chile.
La nueva planta equipada con tecnología de punta permitirá que los residuos plásticos sean valorizados localmente, aumentando su densidad y reduciendo así el número de viajes de traslado lo que significa un aporte directo a la minimización de la huella de carbono y a reducir costos. «Con este esfuerzo y esta inversión, buscamos transformarnos en jugadores clave para el desarrollo de una industria acuícola sostenible para, junto a la Comunidad, atender el llamado de los ecosistemas por un crecimiento sostenible basado en triple impacto”, destaca Benjamín González.
Desde su compromiso inicial en 2017, Greenspot, filial Resiter, ha experimentado un crecimiento notable, pasando de valorizar 270 toneladas anuales en 2017 a la proyección de 1000 toneladas anuales para el 2023.
«Existe una gran necesidad y potencial, y estamos seguros que nuestra planta brindará una solución sostenible para las empresas generadoras de esta región. Estaremos trabajando activamente desde hoy para hacer realidad la economía circular en la región de Aysén”, concluye el gerente de desarrollo de GreenSpot.