Cinco individuos intimidaron a tres trabajadores de la piscicultura Curacalco en la comuna de Cunco, Chile, antes de prender fuego a dos cabañas, una bodega utilizada como oficina y una dependencia con generadores
Según la información proporcionada por la Policía de Investigaciones (PDI), cinco sujetos intimidaron a tres trabajadores de la piscicultura antes de proceder al incendio de dos cabañas, una bodega destinada a oficina y una dependencia que albergaba generadores. El ataque ocurrió alrededor de las 5 de la mañana de hoy sábado 7 de octubre y dejó importantes daños materiales.
El comisario Luis San Martín de la Bipe Temuco relató: «El día de hoy, personal de nuestra unidad junto con peritos del Laboratorio de Criminalística, concurrimos hasta el sector Curacalco de la comuna de Cunco por instrucción de la Fiscalía de flagrancia y primeras diligencias, a raíz de un atentado incendiario que se produjo en este sector en una piscicultura del mismo nombre, donde a llegar al lugar y entrevistar algunos testigos, se pudo establecer que cerca de las 5 de la mañana, sujetos desconocidos, aproximadamente cinco, llegaron hasta este lugar, intimidaron a dos nocheros y a un tercer trabajador que se encontraba durmiendo a esa hora, procediendo a incendiar dos cabañas y una bodega destinada a oficina, además de otra dependencia donde se encontraban algunos generadores que utiliza esta piscicultura».
Este ataque no ha pasado inadvertido, y el Club Innovación Acuícola ha expresado su profunda preocupación y condena ante este acto de violencia. La piscicultura Curacalco se ha visto afectada en su infraestructura, y lo que es aún más preocupante, se ha puesto en riesgo la integridad física de los trabajadores.
En un comunicado oficial, el Club Innovación Acuícola expresó: «Estos atentados de los últimos años, además de haber cobrado vidas inocentes y causado daño físico irreversible a las víctimas, infunden terror en la población, destruyen fuentes de trabajo y empobrecen sostenidamente a la macrorregión sur, cuya población ve con miedo e impotencia cómo el Estado ha sido incapaz de velar por los derechos humanos, el bien común y la protección de gente inocente en este vasto territorio nacional. Nuestra solidaridad con la empresa y, especialmente con sus trabajadores y pequeños proveedores, afectados por esta nueva acción destructiva de la convivencia, calidad de vida y esperanza de la comunidad del sur».
La comunidad y las autoridades locales se mantienen vigilantes ante estos actos de violencia que han afectado a la región en los últimos tiempos, buscando soluciones para poner fin a esta escalada de ataques que impactan negativamente en la vida de la población y la estabilidad económica de la zona.