Resultados in vitro sugieren que se debe prestar mayor atención a la mucosidad de la piel como defensa principal contra T. dicentrarchi.
La tenacibaculosis es la segunda enfermedad bacteriana más importante que afecta la industria salmonera chilena, siendo su principal agente Tenacibaculum dicentrarchi. Los peces con tenacibaculosis muestran severas lesiones cutáneas macroscópicas externas en diferentes áreas del cuerpo, por lo que T. dicentrarchi debe ser capaz de colonizar la superficie del pez y multiplicarse.
La piel de los peces está cubierta por una capa mucosa externa que contiene numerosas sustancias inmunitarias que actúan como la primera barrera mecánica de defensa contra la colonización microbiana y las invasiones de patógenos potenciales.
Con el fin de evaluar y dilucidar el papel de la capa de moco externo en la susceptibilidad del salmón del Atlántico (Salmo salar) a tres cepas chilenas de T. dicentrarchi y la cepa tipo originaria de lubina europea se realizó un estudio in vitro con mucus colectados a partir de peces sanos y sufriendo un brote de tenacibaculosis.
En el estudio denominado «Healthy and infected Atlantic salmon (Salmo salar) skin mucus response to Tenacibaculum dicentrarchi under in vitro conditions» y que tiene como autores a los investigadores de la línea «Salud animal en estadios de vida de agua dulce de salmónidos», Dr. Ruben Avendaño-Herrera, Dra. Macarena Echeverría-Bugueño e Ingeniera Rute Irgang con la colaboración activa del Dr. Jorge Mancilla de MOWI Chile, se utilizó moco recolectado de ejemplares de salmón del Atlántico sanos y enfermos (es decir, con T. dicentrarchi) recolectados de jaulas de centros de engorda de la empresa de cultivo, y se analizaron parámetros antibacterianos e inflamatorios, incluyendo el crecimiento de la T. dicentrarchi en el mucus, la actividad anti bactericida, actividad de lisozima y antiproteásica, entre otros.
«Los resultados permitieron evidenciar que las cepas de T. dicentrarchi fueron atraídas por la mucosidad del salmón del Atlántico independientemente de estado de salud, es decir, si provenían de ejemplares sanos o con tenacibaculosis. Las cuatro cepas de T. dicentrarchi se adhirieron a la mucosidad de la piel y crecieron muy rápidamente usando los nutrientes de la mucosidad. Este proceso ocurrió dentro de las primeras 72 h de progresión de la enfermedad, lo cual es consistente con la cinética de formación de biopelículas que hemos descrito en un estudio previo para este mismo patógeno», destacan los autores.
«Es interesante destacar que una vez que se establece la infección, se activan los diferentes componentes de defensa de la mucosa en los peces, pero los niveles de la actividad bactericida y de otras enzimas fueron insuficientes para eliminar T. dicentrarchi. Alternativamente, este el patógeno puede ser capaz de neutralizar o evadir estos mecanismos. Por tanto, la supervivencia de T. dicentrarchi en la mucosidad de la piel de los ejemplares de salmón del Atlántico podría ser relevante para facilitar la colonización y posterior invasión de los peces. Estos resultados in vitro requieren de la validación en condiciones in vivo«, explican los Dres. Avendaño-Herrera y Echeverría-Bugueño.
A nivel práctico, estos resultados in vitro sugieren que se debe prestar mayor atención a la mucosidad de la piel como defensa principal contra T. dicentrarchi. Con base en estos hallazgos, futuras investigaciones deberían buscar productos biotecnológicos (por ejemplo, amigables con el medio ambiente) que promuevan un mejor estado inmunológico de la mucosidad de la piel.
Fotografía principal: Dr. Ruben Avendaño-Herrera.