En la División Salmones, se registró una recuperación el 2022 después dos años complejos por pandemia en 2020 y floración de algas nocivas en 2021.
Camanchaca informó sus resultados correspondientes a 2022, registrando una recuperación de sus principales negocios, y alcanzando ingresos por US$ 723 millones, 13% superiores a 2021. El EBITDA consolidado -sin Fair Value- subió a US$ 124 millones, con un margen de 17,1% contra 6,1% del año anterior.
En la División Salmones, se registró una recuperación el 2022 después dos años complejos por pandemia en 2020 y floración de algas nocivas en 2021, impulsada por mejores precios del salmón en el mundo, una gestión comercial que aprovechó las capacidades de vender en diferentes formatos y mercados, y por menores mortalidades a las registradas en 2021.
“Después de mostrar la resiliencia de la Compañía para enfrentar situaciones externas adversas en los últimos dos años, nuestra actividad en la salmonicultura recuperó su capacidad de dar buenas noticias. Nos complace ver que la demanda por salmón sigue aumentando y como no se proyecta un crecimiento relevante en la oferta mundial, estimamos precios en rangos altos, que mitigan el alza de costos que hemos observado. En este escenario, las cosechas de salmón en este nuevo 2023 las estimamos aproximadamente un 15% superiores, entre las dos especies que cultivamos”, comentó Ricardo García Holtz, gerente general de Camanchaca.
Las actividades pesqueras de la zona centro-sur tuvieron nuevamente un buen desempeño en todas las pesquerías donde opera Camanchaca, sustentado en el buen estado de las biomasas que son objeto de cuotas y capturas. Pero hubo algo novedoso en 2022 que fue la entrada en operación, en marzo, de la nueva planta de jurel congelado en Coronel, de última tecnología, y que permitió elevar la producción y ventas de este producto para consumo humano en casi 4 veces.
Camanchaca destacó también los impactos sobre el precio de los aceites vegetales que ha traído la invasión rusa a Ucrania, incrementando los del aceite de pescado en casi 70%.
Por segundo año la Compañía reportó débiles resultados en sus actividades pesqueras de la zona norte, donde las capturas de anchoveta siguen en niveles inferiores a los históricos, déficit que fue parcialmente compensado por mayores capturas de otras especies y por la compra de pesca artesanal, esto último, bajo el modelo híbrido que la empresa implementó en 2021.
“De acuerdo a los informes oficiales del estado anual de las pesquerías en que opera Camanchaca, elaborado por la Subsecretaría de Pesca, todas ellas se encuentran en buenas condiciones biológicas, situación que obedece a la normativa pesquera vigente y al trabajo responsable realizado por la industria para cuidar los recursos renovables con los que trabaja”, destacó García.
Por último, Camanchaca informó que obtuvo débiles resultados en su negocio de mejillones, cuyos ingresos disminuyeron 20%, afectados por menor crecimiento de la biomasa y dificultades en la venta por las limitaciones de acceso al mercado ruso.
Concluyendo, García señaló: “En 2022 tuvimos una mejora operacional en los principales negocios de la Compañía, un proceso que seguimos consolidando en 2023, lo que sumado a las buenas perspectivas en los mercados mundiales de proteínas marinas, nos hacen estimar otro buen año, situación que permite continuar profundizando la pesca y cultivo sustentable, estrechando lazos con las comunidades vecinas”.