Al día de hoy, 12 de las 16 pesquerías industriales se encuentran certificadas en sostenibilidad a nivel global
Con el objetivo de fomentar la pesca sostenible, la protección de las pesquerías y ecosistemas marinos, la Sociedad Nacional de Pesca de Chile (SONAPESCA) -federación gremial que agrupa a 109 empresas pequeñas, medianas y grandes a lo largo de Chile con más de 38 mil puestos de trabajo-, ha trabajado arduamente en la recuperación de diversas pesquerías industriales en todas las regiones del país. Actualmente, 14 de las 16 pesquerías industriales han recuperado su biomasa (cantidad de una población de peces en el mar) llegando 10 de ellas al nivel objetivo de la especie definido por los comités científicos de cada pesquería. Es decir, dos tercios de las pesquerías industriales se encuentran en su nivel óptimo a alcanzar.
«La pesca industrial chilena se replanteó su objetivo y se comprometió a trabajar con la sustentabilidad como parte de su ADN hace más de una década. Hoy, estamos viendo los frutos de dicho trabajo, aquellos programas de recuperación fueron ambiciosos y muy difíciles, pero vemos con satisfacción que hoy son una realidad. Estamos muy orgullosos de que Chile y todas sus regiones estén un paso adelante en el camino de la pesca responsable y sustentable, pero esto no termina aquí, aún tenemos grandes desafíos por delante. Todos los años debemos revalidar esta condición, debemos seguir haciendo las cosas bien, debemos monitorear las pesquerías y el medio ambiente y se debe mantener el trabajo colaborativo que se ha tenido con las autoridades y la ciencia”, señaló Rodrigo Zamora, ingeniero pesquero y encargado de Sustentabilidad, Área técnica y Estudios de Sonapesca. “Con el objeto de apoyar este trabajo y que sea transparente, además hemos certificado con exigentes sellos de sustentabilidad internacionales 12 de estas pesquerías”, puntualizó.
La recuperación del jurel ha sido de un 394% entre 2013 y 2022. Hace diez años, esta pesquería se encontraba en el límite para ingresar a zona de colapso y hoy, gracias a una década de correcto manejo, su biomasa se logró recuperar y superar con creces el nivel objetivo de la especie.
Incluso, Chile obtuvo recientemente una asignación histórica de su cuota en la extracción de jurel, logrando un aumento del 23,4% respecto de 2022. Recuperación que también fue ratificada por la Subsecretaría de Pesca, basado en la resolución de la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (OROP-PS). Una vez más, el trabajo y esfuerzo conjunto publico privado ha sido el camino.
En tanto, la recuperación de la anchoveta ha sido de más de un 172% en su biomasa en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta durante el mismo periodo. Y ha sido más de un 702% en las regiones de Valparaíso, O’Higgins, Maule, Biobío, Araucanía y Los Lagos desde 2013 a 2022. Hay que señalar que, en 2013, esta pesquería se encontraba bajo el nivel de agotamiento y actualmente, su nivel se ha recuperado, en la cual su biomasa sobrepasó con creces el nivel objetivo óptimo de la especie.
El langostino colorado es otra de las pesquerías que destaca por su mejoría, en las regiones de Arica y Parinacota a Coquimbo, se recuperó en un 58% de su biomasa entre 2013 y 2022 La biomasa de esta pesquería se encontraba por sobre su nivel objetivo de la especie en 2013 y esta se mantuvo en esa categoría e incluso aumentó en dichos niveles positivos en 2022.
¿Y la merluza común? No podía faltar uno de los platos favoritos de los chilenos. Lamentablemente este recurso, aunque salió de su condición de agotamiento, se mantiene técnicamente sobreexplotado, debido a la fuerte pesca ilegal que se realiza en algunos sectores de la pesca artesanal. A pesar de ello, se ha recuperado en un 108%.
Certificaciones de sustentabilidad con altos estándares internacionales
Al día de hoy, 12 de las 16 pesquerías industriales se encuentran certificadas en sostenibilidad a nivel global. Pero, ¿qué significa esto?
Una pesquería certificada es aquella que se ha sometida a una exigente evaluación independiente conforme a un estándar de sustentabilidad internacional, los cuales acreditan que la población de peces está sana y que las operaciones no provoquen un impacto negativo para el medioambiente. En Chile, están certificadas las pesquerías del jurel, camarón nailon, langostino amarillo, langostino colorado del centro norte y centro sur del país, merluza austral, el krill de la antártica, los pelágicos pequeños como la anchoveta del norte y centro norte, la anchoveta de la zona centro sur y la sardina común. Todos estos, bajo los estrictos sellos de Marine Stewardship Council y Marine Trust.