La instancia se convirtió en una verdadera fiesta por la conservación marina y contó con la entusiasta participación de la comunidad local.
El Sindicato de Pescadores de Caleta Zapallar festejó el primer aniversario del refugio marino de Zapallar, una pequeña área marina protegida de 15 hectáreas ubicada en el sector de Isla Seca. La instancia se convirtió en una verdadera fiesta por la conservación marina y contó con la entusiasta participación de la comunidad local.
El objetivo de este evento fue vincular a las personas en torno al refugio marino para seguir generando conciencia en torno a la importancia de conservar esta zona de resguardo y su biodiversidad, y es por ello que los pescadores artesanales pusieron a disposición sus botes para que los asistentes pudieran conocer el refugio marino desde el agua. También participaron integrantes de la Escuela de Buceo de Zapallar, además de kayakistas, nadadores y nadadoras de aguas abiertas provenientes de distintas partes de la zona.
“La actividad salió tal como la programamos. La comunidad se hizo parte del evento y nos dimos cuenta de que los niños están interesados en esto, en que uno les cuente cosas sobre el mar. He recibido muy buenas críticas y la gente nos está pidiendo que sigamos trabajando en esta iniciativa del refugio marino, y que no la dejemos”, reconoció Sergio Veas, presidente del Sindicato de Pescadores de Caleta Zapallar.
Este refugio marino es parte del programa impulsado por la Fundación Capital Azul, que en alianza con sindicatos de pescadores se dedica a establecer zonas de resguardo -no extractivas- al interior de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB) administradas por pescadores artesanales. Un programa que ha logrado establecer cinco de estos refugios marinos en la región de Valparaíso, y que además del de Zapallar contempla el de La Polcura, Cachagua, Maitencillo y Ventanas.
“Fue muy esperanzador ver esa cantidad de gente que nos acompañó en este aniversario, algunos incluso nadando, buceando y andando en kayak, mucha actividad en torno al refugio marino, que es lo que buscamos, porque en la medida que se le esté dando un uso respetuoso a ese pequeño territorio, la comunidad lo hará más propio”, sostuvo Rodrigo Sánchez, director ejecutivo de la Fundación Capital Azul.
“Luego de un año de la inauguración, en que hemos podido ir cumpliendo metas, me parece que lo más importante es que el refugio se ha ido haciendo parte de la comunidad de Zapallar y, además, se ha consolidado la red con otros refugios marinos de la zona”, valoró Stefan Gelcich, cofundador de Capital Azul y director del Instituto Milenio SECOS.
Aprendiendo sobre la biodiversidad marina
La educación ambiental es un pilar importante dentro del modelo desarrollado por Capital Azul. Es en parte por ello que quienes asistieron al primer aniversario del refugio marino de Zapallar pudieron aprender sobre la biodiversidad marina gracias a los módulos educativos de The Nature Conservancy Chile y Aula de Mar, además de los saberes entregados por Sergio Veas, poseedor de diversos tesoros marinos que cautivaron a niños y adultos.
La actividad también contempló una exposición de fotografías submarinas tomadas por el equipo de Capital Azul durante un monitoreo de biodiversidad realizado en el refugio marino, material que el Sindicato de Pescadores de Caleta Zapallar podrá seguir usando en futuras actividades enmarcadas en este proceso de socialización de esta área marina protegida.
“Para el equipo de océanos de The Nature Conservancy es vital trabajar directamente con las comunidades locales costeras, resguardando en conjunto la sostenibilidad de las pesquerías y la conservación marina. Por eso nos parece fundamental apoyar la iniciativa de refugios marinos, con la comunidad y las oportunidades de educación que se genera en torno a ellos”, comentó Natalio Godoy, científico del programa de conservación de Océanos de The Nature Conservancy Chile.
“Durante el año el presidente del sindicato, Sergio Veas, recibió a alrededor de 2 mil estudiantes en la caleta, haciéndoles una visita guiada y explicándoles sobre las diferentes especies que habitan en el refugio marino. Eso sido enriquecedor tanto para los estudiantes como para los propios pescadores, que sienten que hoy no están solos en este trabajo, y que la comunidad los ve con otros ojos, entendiendo que ellos son los líderes de la conservación del mar dentro de la localidad. El refugio marino, en la medida que pase el tiempo y la gente se siga involucrando, puede ser una gran herramienta de unión para la comunidad”, sentenció Rodrigo Sánchez, director ejecutivo de Capital Azul.
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