El Consejo del Salmón participó en la versión 2022 de la conferencia Internacional, que este año en enfocó en la sustentabilidad.
El Consejo del Salmón participó de la versión 2022 de la conferencia Internacional AquaForum, que este año en enfocó en el compromiso de salmonicultura con la sustentabilidad y que se realizó en el Hotel Cabañas del Lago de Puerto Varas en la región de Los Lagos, organizada por B2B Media Group.
Fernando Villlarroel inició sus palabras señalando que hoy en Chile y el mundo están ocurriendo hechos que afectan la economía de manera palpable, por lo que destacó los resultados vistos este año a nivel de exportaciones de salmón chileno al mundo. “En los primeros nueve meses del año, las exportaciones de salmón alcanzaron los US$ 4.770 millones, lo que se traduce en un alza de 31%, respecto al mismo periodo 2021. Sin duda, estas son buenas noticias para nuestra actividad, para quienes componen la cadena de valor y también para las regiones donde operamos”, dijo junto con reafirmar lo planteado en el último informe trimestral de exportaciones sobre un alza significativa en los costos de producción de la actividad, tema que la salmonicultura está monitoreando.
El representante gremial resaltó proyectos e inversiones que se están haciendo en el sector y que se traducirán en más puestos de trabajo “de calidad” para los hombres y mujeres que habitan la macrozona sur, tema que se ha visto reflejado en las positivas cifras que ha mostrado en los últimos meses el Reporte de Empleo del Consejo del Salmón.
Sin embargo, advirtió que “reducir el aporte de la salmonicultura a un tema meramente económico es un mezquino error” y enumeró acciones en las que la salmonicultura chilena está embarcada para ir en línea con las demandas de la sociedad a nivel social, comunitario y ambiental construyendo una economía de escala que se refleje en la mejora del bienestar y la calidad de vida de las comunidades. En esta línea, destacó -por ejemplo- el aporte de la industria en la formación de capital humano y los resguardos que se toman para proteger a los trabajadores. “Hemos llevado trabajo a sectores remotos en los que simplemente no existía. La calidad del empleo ha aumentado significativamente. La seguridad y salud es un área que dentro de las empresas toma cada día más relevancia. La industria ha formado y especializado personas y el nivel de preparación de nuestros equipos ha sido en muchos casos, producto de exportación hacia otros países acuicultores”, dijo Villarroel quien también se refirió a la incorporación de la mujer en cargos de mayor responsabilidad, otro aspecto en que el sector no ha dejado de avanzar.
A nivel ambiental, sostuvo que actualmente la industria revaloriza cerca del 80% de los residuos que produce y hay un conjunto de iniciativas para dar una segunda vida a materiales que se usan frecuentemente en la operación; además existe un compromiso con la limpieza del borde costero que se traduce en programas frecuentes de recolección de desechos en la macrozona sur; las empresas disponen de tecnología de punta para enfrentar contingencias como las floraciones algales; y en post de un alimento para los salmones cada vez más sustentable el uso de aceites y harinas de origen marino van en tendencia a ser reemplazadas por completo, entre otras iniciativas.
En términos sociales, Villarroel dijo que para la salmonicultura chilena es fundamental hacerse parte de los territorios en que operan las empresas. “Nos debemos a nuestras comunidades y tenemos una responsabilidad con el bienestar y desarrollo de las personas que la componen. Un ejemplo concreto es que en los últimos cinco años han proliferado las áreas de relacionamiento comunitario en prácticamente todas las empresas”, explicó.
Al finalizar reiteró que existe la convicción que “la salmonicultura es perfectamente compatible con la protección ambiental” y que bajo esa premisa las empresas continuarán impulsando el desarrollo sostenible de esta actividad productiva. Con la misma fuerza apeló a la existencia de un marco normativo que permita dar un impulso al sector. “Anhelamos la generación de una Estrategia Nacional Acuícola que entregue una ruta clara y garantice el desarrollo sostenible de nuestra actividad, desde el ámbito ambiental, social y económico, para que sigamos siendo el motor de desarrollo de las regiones del sur austral del país.
En línea con este acento, en la tarde expuso en Aqua Forum el académico del Instituto de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Raimundo Soto, que junto a Hugo Silva, presentaron a mediados de este año el estudio “Externalidades y Regulación de la Industria del Salmón en Chile y el resto del mundo”, que -a partir de una comparación de las experiencias y regulaciones de otros países líderes en producción de salmón-, propone cómo podría mejorarse la regulación de la salmonicultura en Chile pensando en el desarrollo sostenible de la actividad de cara a las próximas décadas.
El informe tiene dos ejes: analizar cómo las regulaciones de otros países líderes en producción de salmón han permitido un desarrollo ambientalmente sustentable de la industria y realizar recomendaciones regulatorias a nuestro país. Así evalúa positivamente el aporte generado por la cadena productiva de salmonicultura en Chile y los beneficios que su crecimiento ha traído para los exportadores, productores, proveedores y trabajadores, además de generar empleo, desarrollo económico y social en la macrozona sur y recursos para el Estado. Pero advierte que no existe una estrategia de largo plazo que permita regular la industria de manera efectiva y eficiente permitiendo el crecimiento y la innovación junto con asegurar la sustentabilidad ambiental.