Bacteria se localiza en diferentes órganos, produciendo una necrosis localizada, con escasa respuesta inflamatoria.
Durante el año 2021 y 2022 se ha observado un incremento de los casos clínicos por Aeromonas salmonicida atípica en Salmón del Atlántico (S. salar), cultivado en la fase de agua dulce, en pisciculturas de flujo abierto y recirculación, afectando todas las etapas del desarrollo (alevines a smolt).
Como una reemergencia de enfermedades bacterianas en el cultivo de salmónidos en la fase de agua dulce catalogó el director del Centro de Investigaciones Biológicas Aplicadas (CIBA), Dr. Marcos Godoy, la aparición de la furunculosis atípica en salmón del Atlántico (Salmo salar) en cultivos de agua dulce en algunos centros de cultivos de la zona sur del país.
De acuerdo al doctor Godoy el primer signo clínico evidente es el incremento de la mortalidad, posteriormente es posible observar disminución del apetito y peces letárgicos.
“Entre los signos clínicos más frecuentes reportados en peces que presentan la infección en agua dulce, se encuentran hemorragia periocular, ano hemorrágico, hemorragias en el pedúnculo, congestión en la base de las aletas y lesiones variables en la piel caracterizadas principalmente por descamación y despigmentación, las cuales pueden evolucionar a úlceras. Internamente se presentan hemorragias petequiales en la grasa peri pilórica, hígado, hemorragias perirrenales y de la vejiga natatoria”, describe el experto.
Según el director de Ciba la bacteria se localiza en diferentes órganos (piel, branquias, riñón, bazo, hígado, ciegos pilóricos, corazón, etc), produciendo una necrosis localizada, con escasa respuesta inflamatoria. En los órganos es posible observar múltiples colonias bacteriana.
Diagnóstico
Si bien el doctor Godoy enfatiza que los casos son puntuales, lo preocupante, dijo, es que es una enfermedad que sigue presente.
Los casos registrados de forma variable se han asociados a coinfecciones con patógenos virales como Virus de la necrosis pancreática infecciosa (IPNV), Piscine orthoreovirus (PRV) e infecciones por hongos pertenecientes al género Saprolegnia sp.
“El establecimiento de la vigilancia es fundamental para detectar las infecciones de forma oportuna. El diagnóstico se basa en complementar el historial clínico, hallazgos de la necropsia y uso de técnicas de biología molecular como la reacción de la polimerasa en cadena (PCR). El uso de cultivos microbiológicos clásicos es relevante para aislar la bacteria y realizar estudios moleculares y de resistencia”, detalló el profesional.
Cabe mencionar que para la prevención y control de la furunculosis atípica en salmón del Atlántico es preciso identificar los factores de riesgo, minimizar el estrés y establecer estrategias de vacunación en etapas tempranas del cultivo de agua dulce son los elementos que pueden minimizar el impacto de la enfermedad.
Rol de los portadores
El director de CIBA explicó que las infecciones subclínicas son comunes y representan un mecanismo de persistencia de la infección.
“Los peces con infecciones subclínicas puede actuar epidemiológicamente como portadores de las infecciones, pudiéndose desencadenar los cuadros clínicos asociados a eventos de estrés. Un elemento relevante en la epidemiología de la enfermedad es que los peces portadores pueden diseminar cantidades de bacterias suficientes como para transmitir horizontalmente la infección”, comenta Godoy.
De esta forma, puntualiza el doctor, el desarrollo de la acuicultura ha relevado la importancia de las enfermedades en las especies cultivadas, remarcando que actualmente existe evidencia de que las enfermedades pueden llegar a liminar significativamente el potencial productivo y adicionalmente en muchos casos se asocia a importantes consecuencias económicas y sociales.
Furunculosis atípica en Chile
La Furunculosis atípica es una infección bacteriana sistémica, causada por Aeromonas salmonicida atípica, la cual ha sido descrita en una amplia variedad de especies de cultivo y se distribuye ampliamente a nivel mundial. En Chile la infección fue reportada por primera vez en el año 1995, en un centro de cultivo en centro estuarino cercano a la ciudad de Puerto Montt, X región afectado a Salmon del Atlántico (S. salar) de 900 g, describiéndose una reinfección del mismo lote al año siguiente.
En octubre de 1998 se diagnostica nuevamente la enfermedad en la X región y en diciembre del mismo año se registraron tres nuevos casos. En marzo de 1999 la infección se había propagado a todos los centros de cultivo del área (Bravo, 2000).
Los casos clínicos en agua dulce fueron frecuentes, aunque reportados solo el año 2010 (Godoy et al., 2010). Luego, en el año 2000 se inicia progresivamente la vacunación masiva de smolt con vacunas que incluyen el antígeno Aeromonas salmonicida en su composición, observándose una reducción significativa de los casos (Bravo, 2007).
Enfermedades infecciosas
Las enfermedades infecciosas se definen como aquellas debidas a un microorganismo, o a sus productos tóxicos, que aparecen tras la transmisión del agente infeccioso (o sus productos tóxicos) desde un animal o un reservorio, hasta un hospedador susceptible, directamente o a través de un agente intermediario (animal -vector- o medio ambiente inanimado).
A pesar de la implementación en mejoras de los programas de prevención y control de enfermedades, que incluyen los programas de vacunaciones, mejoras en la higiene, optimización de los manejos, las enfermedades infecciosas siguen siendo una de las causas importantes en términos de movilidad y mortalidad.
Por su parte, las enfermedades infecciosas emergentes son aquellas que aparecen por primera vez o que, habiendo existido previamente, aumentan su incidencia, virulencia, resistencia o distribución geográfica.
La aparición de una nueva enfermedad infecciosa es el resultado de la interacción entre factores dependientes del microorganismo, del hospedador y del ambiente. Uno de los casos que afecta actualmente al cultivo de salmónidos, aunque aún de impacto acotado, es el incremento de casos de Furunculosis en Salmón del Atlántico (Salmo salar).
Referencias
Bravo, S. (2000). Occurrence of atypical furunculosis in Chile. Bulletin-European Association of Fish Pathologists, 20(5), 209-211.
Bravo, S., & Midtlyng, P. J. (2007). The use of fish vaccines in the Chilean salmon industry 1999-2003. Aquaculture, 270(1-4), 36-42.
Godoy, M., Gherardelli, V., Heisinger, A., Fernández, J., Olmos, P., Ovalle, L., … & Avendaño‐Herrera, R. (2010). First description of atypical furunculosis in freshwater farmed Atlantic salmon, Salmo salar L., in Chile. Journal of fish diseases, 33(5), 441-449.
Losa, J. E. (2021, August). Enfermedades infecciosas emergentes: una realidad asistencial. In Anales del Sistema Sanitario de Navarra (Vol. 44, No. 2, pp. 147-151). Gobierno de Navarra. Departamento de Salud.