La investigación también demostró los niveles de hierro se redujeron a partir del segundo día posterior a la infección.
De acuerdo a los resultados obtenidos, los peces infectados mostraron una disminución de los niveles de hematocrito y hemoglobina el día 13 posterior a la infección, lo que según los científicos, indica eritropenia, hemólisis y hemodilución. Por otra parte, los recuentos de leucocitos aumentaron los días 13 y 21 después de la infección.
Una investigación realizada por científicos nacionales en el que participaron investigadores de la línea «Salud animal en ambiente marino» del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR), analizó los efectos en los parámetros sanguíneos del salmón Atlántico por la infección por P. salmonis en bajas dosis.
Para el estudio “Efecto de la infección con dosis bajas de Piscirickettsia salmonis sobre los parámetros sanguíneos hematológicos-bioquímicos en el salmón del Atlántico (Salmo salar)”, los investigadores Adolfo Isla, Patricio Sánchez, Pamela Ruiz, Romina Albornoz, Juan P. Pontigo, María Cecilia Rauch, Christopher Hawes, Luis Vargas Chacoff y Alejandro Yáñez, desafiaron a los peces con un aislado del genogrupo EM-90 mediante inyección intraperitoneal en un ensayo que duró 42 días.
La investigación también demostró los niveles de hierro se redujeron a partir del segundo día posterior a la infección. De acuerdo a los autores, esto indicaría una deficiencia de hierro y una incapacidad de los peces para recuperar el hierro almacenado previo a la infección.
Los niveles de magnesio también disminuyeron el día 28 después de la infección, “posiblemente debido a problemas de osmorregulación y la actividad de lactato deshidrogenasa se incrementó en los días 5, 21 y 28 después de la infección, lo que sugiere síntomas tempranos de hepatotoxicidad. Además, análisis posteriores determinaron una disminución de los niveles de glucosa plasmática a partir del día 2 post-infección. Esto puede atribuirse a las condiciones hipóxicas causadas por P. salmonis, que conducen a una utilización excesiva de los carbohidratos almacenados ”, indicaron los científicos.
De acuerdo a los resultados, el grupo de especialistas concluyó que “los parámetros sanguíneos que estudiamos son útiles para monitorear el estado fisiológico del salmón Atlántico infectado con P. salmonis”.
Créditos nota y foto principal: Comunicaciones INCAR