Cerca del 80% de las semillas de Ostión del Norte, cultivadas durante un año por los pescadores de los Sindicatos Flamenco Nº3, Pan de Azúcar, Caleta Zenteno y Sibucal de...
Cerca del 80% de las semillas de Ostión del Norte, cultivadas durante un año por los pescadores de los Sindicatos Flamenco Nº3, Pan de Azúcar, Caleta Zenteno y Sibucal de Caldera, están siendo “cosechadas” para la venta al público, entrega que se realiza en el marco del Proyecto FIC APE 2, iniciativa financiada por Gobierno Regional de Atacama (Mundo Acuícola).
Más de mil ostiones del norte (Argopecten purpuratus) son trasladados desde el Centro de Investigaciones Costeras (CIC) de la Universidad de Atacama, directo a los botes de Caleta Zenteno, una linda playa emplazada al norte de la comuna de Caldera que convoca a turistas y visitantes locales con sus aguas cristalinas, tranquilidad y una oferta gastronómica que desde esta semana incluye ostiones vivos.
En la camioneta de uno de los pescadores artesanales van las linternas, para el cultivo suspendido de bivalvos, listas y dispuestas con la primera “cosecha” realizada tras un año de trabajo por los propios pescadores, la que será ofrecida al público este fin de semana.
“Para nosotros significa un gran logro. Se ha coronado el esfuerzo, el trabajo que hemos hecho, las horas que hemos dedicado a esto y ver los frutos es fantástico. Estamos muy contentos, ya estamos preparados para vender, para iniciar el proceso de venta, así que felices”, comenta Luis Peralta Trujillo, gerente administrador de la Cooperativa Pesquera Artesanal Caleta Zenteno.
De acuerdo a los datos entregados por Gabriela Ladrón de Guevara, ingeniera en acuicultura y encargada de Control y Estadística de la Producción del CIC-UDA, “los ostiones del norte de esta primera cosecha tienen alrededor de 16 meses. Se están entregando los más grandes del grupo, tienen sobre los 65 mm, una talla comercializable y comestible”.
“Al inicio del proyecto se dispuso de 50.000 semillas para comenzar el manejo, pensando que llegaríamos a esta etapa con un 50% de sobrevivencia, pero el resultado ha sido muy bueno ya que superamos esa proyección ya que tenemos más del 80% de ostiones vivos; por lo tanto, esperamos que vendan esa misma cantidad”, indica la ingeniera en acuicultura y agrega que “este buen escenario se debe al excelente manejo logrado y al trabajo que ellos mismos han realizado durante el proyecto”.
De pescadores a cultivadores
La venta de ostiones y ostras, principalmente al público visitante a las distintas caletas y playas, es la antesala de la etapa final de un ciclo de aprendizaje del cultivo acuícola, un sistema productivo que está regresando con buenas bases a la región de Atacama, a través del Centro de Investigaciones Costeras de la UDA, una zona que se caracterizó por una importante producción de este recurso, en manos de medianas empresas y que después de los vaivenes del mercado, vuelve en manos de la pescadores artesanales y pequeños acuicultores.
En este sentido, para Jorge Ahumada Tello, presidente del Sindicato de Flamenco Nº3, “la primera cosecha representa el esfuerzo de la gente que trabajó más de un año y hoy lo ve reflejado en las linternas con ostiones, un producto que se puede comercializar. No podemos hablar de mucha ganancia para el Sindicato porque recién estamos empezando, pero sí nos tenemos que acostumbrar al fruto para seguir en este trabajo. Veo que la gente está contenta con la cosecha porque ven un futuro mejor”, comenta.
“Esta entrega es muy importante ya que los beneficiarios están cerrando su primer ciclo del cultivo completo. Ellos partieron con la selección de reproductores, hicieron el desove, seleccionaron las larvas, cultivaron las semillas, las trasladaron al mar, hicieron sus desdobles, crecieron y las cosecharon. Es importante porque ese es el objetivo, ser cultivadores. Después de la cosecha viene el proceso de comercialización con la venta y aportando recursos turísticos a sus caletas, recursos frescos que antes no estaban”, explica Rafael Crisóstomo, director del Proyecto FIC APE 2 y director del CIC-UDA.
Fortaleciendo la acuicultura de pequeña escala
El Centro de Investigaciones Costeras, CIC, de la Universidad de Atacama, lleva más de cinco años trabajando con las organizaciones sindicales de Atacama. Con el apoyo del Gobierno Regional, a través de recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad, han desarrollado con éxito los Proyectos FIC Aqua, en sus dos etapas; el proyecto FIC Falda Verde, en Chañaral; los Proyectos FIC APE 1 y 2, y el Proyecto FIC Ostión TECH, todos en directo beneficio de los pescadores artesanales y pequeños acuicultores para dinamizar y revitalizar la acuicultura en la zona.
Según explica Rafael Crisóstomo, director del CIC-UDA, “el Proyecto FIC Aqua 1 era una iniciativa de fomento y revitalización de los cultivos ya existentes. El Aqua 2 fue la consolidación de este fomento, es decir, el apoyo para que los pequeños y medianos acuicultores -que no tenían semillas y estaba con sus actividades detenidas- pudieran volver echar andar sus microempresas, lo que se logró y con creces”, indica.
La diferencia con los proyectos APE 1 y 2 es el grupo de beneficiarios al que apunta ya que estos últimos trabajan con Sindicatos que nunca habían sido cultivadores. “Al menos 3 de los 4 Sindicatos que se han visto beneficiados con el Proyecto no tenían conocimiento en cultivos acuícolas; solo el Sindicato de Pescadores de Caldera (Sibucal), es un grupo distinto, esto porque ellos incorporaron el cultivo de las ostras”, señala Crisóstomo.
Desde el CIC-UDA, además de entregar productos visibles y comercializables como ostiones del norte y ostras, se han transferidos las herramientas técnicas, prácticas y teóricas a los pescadores para su cultivo; de allí la importancia de esta primera cosecha, ya que es el resultado de un proceso que comenzó con las semillas que cultivaron de manera de aprender el manejo de ambas especies que este verano esperan vender, donde el proceso sigue por todo el 2018.