Adolfo Alvial, Director ejecutivo del Club Innovación acuícola y ORBE XXI, reflexiona sobre el potencial de la analítica en la industria acuícola.
«La compleja naturaleza de esta actividad, que produce seres vivos en ambientes multifactoriales, cambiantes en el espacio y en el tiempo, con limitado control de variables y con frecuentes cambios en regulación y mercado, exige que la toma de decisiones en los diversos procesos de la cadena de valor sea informada, oportuna y basada en datos»
Columna de Adolfo Alvial, Director ejecutivo Club Innovación acuícola y ORBE XXI:
«Las empresas salmoneras han construido bases de datos en prácticamente todos sus procesos de producción, industrialización y comercialización, en respuesta a su propio interés y a exigencias legales y de mercado. Esto se ha visto potenciado con la introducción de sensores y sistemas informáticos que han agilizado y precisado la captura y registro de datos. En suma, hoy las empresas cuentan con abundantes datos en registros manuales y electrónicos».
«Hoy existen las herramientas que evitan que se acumulen “datos silenciosos”, que duermen en registros en papel o electrónicos en dependencias de las organizaciones, no utilizados o subutilizados».
«Muchas empresas saben que tienen operaciones con eficiencia o productividad altamente variable, que demuestran que existen situaciones óptimas o deseables que no pueden sostener. Sus datos han servido para evidenciar esta realidad, e incluso para predecirla en forma acotada, pero no para evitarla o reducirla. Hemos corroborado que la industria salmonera, y la acuicultura en general, tiene una enorme oportunidad para mejorar su productividad con la aplicación de analítica avanzada, la cual hace posible que los datos hablen, en función de los desafíos de eficiencia que se han evidenciado. Es el camino que han seguido ya otras industrias en Chile, como la financiera y minera».
«Hay empresas que no se atreven a dar este paso porque estiman que su data es incompleta o fragmentaria. Lo irónico es que, sobre esa misma data están tomando decisiones y sin la objetividad y sistematización que aporta la inteligencia artificial a través de la analítica».
«Lo cierto es que la analítica se puede aplicar de inmediato en la solución de un desafío y un proceso claramente identificados, empleando la data histórica. Un rápido diagnóstico utilizando esos datos permite estimar en cuanto se puede mejorar el proceso en cuestión y en cuanto se podrá mejorar a futuro si se integran herramientas que mejoren la captura de datos».
«Nuestra experiencia nos ha permitido encontrar y avanzar en oportunidades de reducción de costos de alrededor de 10% anual en líneas de proceso en plantas y de entre 5 y 10% en engorda, adaptando alimentos y alimentación a las condiciones particulares de cada centro. Al margen de ello, utilizando los datos disponibles se puede mejorar significativamente el control de enfermedades y la reducción del uso de antibióticos, entre otros, si permitimos que los datos hablen, para agregar valor sostenible a las empresas».