Desde Sernapesca agradecieron el aviso oportuno de la comunidad y la gran disposición con la que contribuyeron en este rescate de fauna marina.
Fueron más de 5 personas las que colaboraron en este rescate, donde muy posiblemente las crías se salvaron y pese a los esfuerzos del equipo, queda en duda la hembra ya que permaneció mucho tiempo fuera del agua.
Gran hazaña se registró el fin de semana en la playa de Colmuyao, comuna de Cobquecura en la región de Ñuble. Habitantes del sector avistaron un gran animal marino de 4 mts de largo, que había varado y se movía con dificultad. De inmediato dieron aviso a Sernapesca.
René Vega, director regional (s) de Sernapesca Ñuble, relató que fue el concejal Claudio Vargas el primero en contactarse para dar cuenta de la situación. «Gracias al trabajo que realizamos en la lobería de Cobquecura rescatando crías de lobos marinos hace ya varios veranos, la comunidad sabe cómo proceder en casos de varamientos. Siempre recomendamos no acercarse y mucho menos manipular fauna marina silvestre. No obstante, el concejal me indicó que no sólo había varado esta especie que luego identificamos como tiburón Vaca (Hexanchus griseus) sino que además estaba en trabajo de parto».
«El último dato cambió el escenario, porque esa especie de condrictio, también conocida como Peje Humo es un tiburón de profundidad y su estado de conservación es casi amenazado, por tanto, había que actuar de manera rápida. Nuestro equipo más cercano tardaría más de una hora en llegar a Colmuyao, así que decidí ponerme en contacto telefónico con Consuelo Antezana, una de las personas que estaba en el lugar. Ella había colaborado en rescates de la lobería, así que le fui explicando cómo maniobrar a este animal y qué hacer con las crías», señaló René Vega.
El tiburón hembra tuvo 11 crías, 3 nacieron muertas y 8 vivas. Estas últimas fueron llevadas al mar de inmediato y se adentraron a profundidad.
Desde Sernapesca agradecieron el aviso oportuno de la comunidad y la gran disposición con la que contribuyeron en este rescate de fauna marina. «Se trataba de un tiburón varado vivo, y muchos pudieron haber sentido miedo por el estigma de depredadores carnívoros de los tiburones que ha dejado la cinematografía. Afortunadamente no fue el caso. Es el apoyo que esperamos siempre de quienes se sienten comprometidos con la conservación de la fauna silvestre y de los ecosistemas marinos», finalizó Vega.