En el restaurant Donde la Chuma, ubicado en la Feria Yumbel de Castro, se realizó el lanzamiento oficial de la "Guía Chorito".
«Participamos en el lanzamiento de la Guía Chorito, que tiene 30 restaurantes de la región de Los Lagos con platos hechos con mejillón chileno. Agradecemos al Programa «Mejillón de Chile», Corfo Los Lagos y Sernatur Los Lagos por esta iniciativa», manifestó la Asociación Gremial de Mitilicultores de Chile (AmiChile).
El viernes 18 de febrero, en el restaurant Donde la Chuma, ubicado en la Feria Yumbel de Castro, se realizó una nueva actividad de lanzamiento oficial de la «Guía Chorito, los mejores restaurantes para comer mejillón chileno en la región de Los Lagos.
«Es un agrado poder ofrecer esta guía a la comunidad nacional y regional. Es una manera de homenajear un producto que forma parte del cotidiano en Los Lagos, ahí donde las mareas son de alto contraste sobre mares tranquilos, permitiendo sin mayores sobresaltos propagar este alimento esencial», consta la introducción de esta relevante guía turística-gastronómica.
Cada uno de los restaurantes elegidos posee, al menos, una receta basada en este producto. Puede formar parte de la tradición de un local, como también creado especialmente para esta ocasión, a modo de aporte por parte de cocineros y dueños de restaurantes, quienes adhirieron con entusiasmo a esta iniciativa. Sin duda es una oportunidad para visibilizar su propuesta gastronómica, de cara a la temporada 2022 de la que se tienen altas expectativas.
Cabe destacar que existen varios propósitos tras esta publicación. El más evidente es mostrar cómo los choritos en particular y la mitilicultura en general, está presente en las mesas de la Región de Los Lagos. A partir de aquel, digamos, pie forzado, se avanza en el descubrimiento de una realidad gastronómica geográficamente diversa.
Desde Carelmapu hasta Hornopirén, desde Puerto Varas hasta Castro, aparecen comedores reconocidos, junto a otros emergentes, tanto destacados por su porte elegante o bien por la sencillez ambiental y la cordura de precios y servicio. Todo parte de un turismo gastronómico que crece como concepto y en exigencias, día a día.