Momentos complejos vive la industria del ostión en la Bahía de Tongoy, ubicada en la Región de Coquimbo. Se trata de un crecimiento excesivo de picorocos que ha mermado la población de ostiones de sus cultivos.
Representantes de ostioneros se reunieron con científicos para visualizar alternativas que ayuden a mitigar los efectos negativos de esta problemática que se suma a la crisis que los ha afectado debido a la pandemia.
Momentos complejos vive la industria del ostión en la Bahía de Tongoy, ubicada en la Región de Coquimbo. Se trata de un crecimiento excesivo de picorocos que ha mermado la población de ostiones de sus cultivos.
“Es muy complicado porque hay mucha mortalidad de ostiones y ha bajado la producción . Si antes procesábamos un millón de ostiones ahora vamos a cosechar 400 mil. En años anteriores ha sucedido este problema, pero no con tanta cantidad de picorocos como ahora”, explica, Claudio García Torrejón, representante de la empresa Pescamar.
“Además, los picorocos han crecido sobre los ostiones, lo que hace que el ostión no tenga un buen aspecto para su venta”, indica Sandra Ogalde, representante de Nanauco Cultivos
En este contexto, y con el fin de buscar alternativas que ayuden a mitigar estos efectos negativos, pequeños productores acuícolas e investigadores del Centro Científico CEAZA y la Universidad Católica del Norte se reunieron en el Taller “Entendiendo y enfrentando los efectos del cambio climático global en la industria del ostión”, el que fue convocado por el Programa MASMAR.
“Uno de los principales acuerdos que hemos logrado en este encuentro con los acuicultores de Tongoy es la formación de una mesa de manejo y de gestión sostenible de la bahía de Tongoy. Es un paso muy importante en términos de vinculación de nuestro Centro Científico con la comunidad y el sistema productivo de la comunidad de Tongoy. Además nos interesa trabajar en las capacidades adaptativas que tenga este sector ante escenarios de cambio climático”, expresó Claudio Vásquez, gerente corporativo del Centro Científico CEAZA.
Pequeños acuicultores
De acuerdo a la Dra. Laura Ramajo, investigadora del CEAZA, la participación de pequeños acuicultores y la información que entregaron en el taller, es esencial para comprender más esta problemática. “Nos reunimos para trabajar en la identificación detallada del problema y cómo estamos gestionando este riesgo. Además se establecieron varios acuerdos importantes, como por ejemplo, que se trabajará en conjunto para monitorear la bahía, como también compartir datos científicos que permitan tomar decisiones con base científica”.
“Nosotros como CEAZA, estamos apoyando con la balsa que está en Tongoy que está midiendo de manera continua diferentes parámetros en el mar, pero existen también otras mediciones que podemos hacer de manera conjunta con los ostioneros, como por ejemplo, la presencia de larvas y de otras condiciones, incluso compartir data de sus procesos diarios”, indica la investigadora .
Asimismo, Guillermo Molina, gerente de MASMAR, agrega que “la creación de un grupo de trabajo permanente entre los cultivadores y científicos, ayudará a orientar las medidas de mitigación para esta problemática. Aquí se está generando una sinergia muy positiva, ya que el área científica puede aportar mucho a la labor de los productores y, por otra parte, las empresas pueden advertir de cosas que observan día a día en su trabajo en el mar”.
El picoroco, especie oportunista
En la oportunidad, expuso el Dr. Wolfgang Stotz, investigador de la UCN y CEAZA, para explicar las principales características del picoroco, especie que en etapa adulta es sésil, es decir, se mantiene fijo a una superficie cuando encuentra las condiciones adecuadas para su desarrollo.
“No es una especie invasora, existe naturalmente en el sistema y es una especie importante para el sistema, para la productividad y para los ciclos tróficos, de hecho son alimento de otras especies como la jaiba o los locos”, aclara.
“Lo que pasa, es que en los cultivos se generan condiciones ideales, porque allí los picorocos no tienen depredadores naturales, tienen el espacio para asentarse”, agrega.
El especialista señaló que en en esta oportunidad confluyeron diversos factores que provocaron el crecimiento de su población. “Por lo que hablaron los acuicultores, pasaron varias cosas que provocaron esta situación, por ejemplo ,se atrasaron los ostiones y el picoroco llegó antes a asentarse”.