Según el estudio, el cultivo salmón y trucha utilizan una menor cantidad de tierra y agua en comparación a otras especies cultivadas.
«Los sistemas alimentarios emiten 1/3 de todos los gases de efecto invernadero, y son responsables de 3/4 del uso de agua dulce y la eutrofización. Sin embargo, muchos estudios destinados a reducir estas presiones pasaron por alto en gran medida los alimentos provenientes del agua dulce y el mar», señala investigadora.
Un estudio realizado por los y las investigadores/as Jessica A. Gephart, Patrik J. G. Henriksson, Robert W. R. Parker, Alon Shepon, Kelvin D. Gorospe, Kristina Bergman, Gidon Eshel, Christopher D. Golden, Benjamin S. Halpern, Sara Hornborg, Malin Jonell, Marc Metian, Kathleen Mifflin, Richard Newton, Peter Tyedmers, Wenbo Zhang, Friederike Ziegler y Max Troell, proporcionó estimaciones estandarizadas de gases de efecto invernadero, nitrógeno, fósforo, agua dulce y factores estresantes de la tierra para grupos de especies que cubren casi las tres cuartas partes de la producción mundial
«Usamos datos de estudios que abarcaron a más de 2500 pesquerías y cultivos acuícolas para estimar los gases de efecto invernadero, las emisiones de nitrógeno y fósforo, junto al uso de agua dulce y tierra para 23 grupos de especies, las que representan más del 70% de la producción de alimentos azules», señaló la investigadora Jessica A. Gephart.
El pescado y otros alimentos acuáticos (alimentos azules) presentan una oportunidad para dietas más sostenibles. Sin embargo, la comparación exhaustiva se ha visto limitada debido a la escasa inclusión de alimentos azules en los estudios de impacto ambiental en relación con la gran diversidad de industrias.
Así se descubrió que en todos los alimentos azules, los bivalvos y las algas de cultivo generan los factores de estrés más bajos. Las pesquerías de captura generan predominantemente emisiones de gases de efecto invernadero, y los peces pelágicos pequeños generan menos emisiones que todas las actividades acuícolas alimentadas, pero los peces planos y los crustáceos generan las más altas.
Entre los peces y crustáceos de piscifactoría, las carpas plateadas y cabezonas tienen las emisiones más bajas de gases de efecto invernadero, nitrógeno y fósforo, pero el mayor uso de agua, mientras que el salmón y la trucha de piscifactoría utilizan la menor cantidad de tierra y agua.
Finalmente, se modelaron escenarios de intervención y se encontró que la mejora de las tasas de conversión alimenticia reduce los factores estresantes en todos los grupos alimentados, el aumento del rendimiento de los peces reduce el uso de la tierra y el agua hasta la mitad, y la optimización de los artes reduce las emisiones de la pesca de captura en más de la mitad para algunos grupos.
En conjunto, el análisis identificó que los alimentos azules de alto rendimiento, destaca las oportunidades para mejorar el desempeño ambiental, avanza en las evaluaciones ambientales con pocos datos e informa las dietas sostenibles.
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