Expuso ante la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado, instancia donde se conocieron las visiones de especialistas, en el marco de la discusión del Proyecto de Ley que busca establecer normas medioambientales y de adaptación al cambio climático para la industria alguera.
La doctora de la Facultad de Ciencias del Mar, Fadia Tala González, planteó una serie de requerimientos, y especialmente la necesidad de considerar acciones para resguardar el patrimonio genético algal del país, la responsabilidad ambiental de todos los actores de la cadena productiva, y la necesidad incorporar buenas prácticas de producción, esto en el marco de la discusión del Proyecto de Ley que busca establecer normas medioambientales y de adaptación al cambio climático para la industria alguera.
Considerando una serie de temáticas que deberían incorporarse al momento de generar un Proyecto de Ley sobre la Industria Alguera de Chile, la Doctora Fadia Tala González, la Directora Ejecutiva del Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico en Algas y Otros Recursos Biológicos (CIDTA), académica del Departamento de Biología Marina de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN), además Investigadora Adjunta del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera SECOS; expuso ante la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado, instancia donde se conocieron las visiones de especialistas, en el marco de la discusión del Proyecto de Ley que busca establecer normas medioambientales y de adaptación al cambio climático para la industria alguera.
Además de ello, recordó, que el año 2016 la Subsecretaría de Pesca financió un proyecto para generar una propuesta de Política Nacional de Algas, la que se entregó el año 2017 a la Subsecretaría de Pesca.
Entre los temas que los legisladores deberían tener en cuenta, de acuerdo a la investigadora, está la necesidad de considerar acciones para resguardar el patrimonio genético algal del país, la responsabilidad ambiental de todos los actores de la cadena productiva, incorporar buenas prácticas de producción, establecer cómo mantener la inversión público–privada, generar una coproducción con el Estado como responsable de establecer límites de explotación, pero con un enfoque ecosistémico, además de definir cómo se conecta la labor que se hace en distintos sectores en la materia, información que resaltó, debería conversarse cuando se generan estos proyectos.
La Directora Ejecutiva del CIDTA planteó además la necesidad de que los parlamentarios tomen en consideración las acciones que se están efectuando en el sector, como la consultoría que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está desarrollando en Chile para generar una propuesta de adaptación al cambio climático de la pesquería de las algas pardas, y el trabajo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para fortalecer la capacidad de adaptación al sector pesquero artesanal y acuícola, a través de capacitaciones como plataformas de aprendizajes.
Comisión de intereses marítimos, pesca y acuicultura del Senado
Durante la sesión de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado, Fadia Tala González planteó varias dudas y ambigüedades que habría en el proyecto, partiendo desde los términos que se utilizan para las algas, pues dijo se habla de algas pardas, pero no se consideran las algas rojas, no se especifica si se habla de una zona geográfica en particular, tampoco el cómo abordar la cadena productiva con la regulación dirigida a los algueros y pescadores sin considerar otros actores, ni la responsabilidad social y medioambiental de los exportadores, ante lo cual dijo, debería haber una compensación por pérdida de biodiversidad.
La investigadora también planteó la necesidad de fortalecer la fiscalización de Serpanesca, pues se reconoce que el principal problema del sector es la sobre explotación relacionada con la pesca ilegal y la informalidad de esta actividad, “no hay ningún artículo en este proyecto de ley que realmente apunte hacia medidas de adaptación o mitigación al cambio climático, como podría ser el fomento a la restauración costera y cultivo, como soluciones basadas en la naturaleza, la capacitación y diversificación del sector”, enfatizó.
Industria
Durante la presentación, la Doctora Fadia Tala González dio antecedentes de la realidad de la industria algal a nivel nacional y mundial, explicando que la Industria Alguera a nivel mundial cuenta con tres alternativas de producción, cultivos en estaques a escala piloto o comercial, cultivo en el mar, y cosecha y manejo de poblaciones naturales. En tanto, explicó, las estrategias de cultivo, manejo, producción, sustentabilidad dependen de las características de cada especie, es decir, del tipo de crecimiento, parámetros demográficos, composición química, fenología reproductiva y relaciones ecológicas.
A nivel mundial, en la actualidad la industria de las algas se sustenta en la Acuicultura, concentrándose en la acuicultura de macroalgas en los países asiáticos, con producciones sobre las 30 millones de toneladas. En tanto, desde el punto de vista de la producción desde praderas naturales, a nivel mundial Chile es el principal país productor con un 30%, seguido de China con un 21%, produciéndose en total del orden de 1 millón de toneladas. Respecto a la proyección de crecimiento del mercado de las macroalgas, se estima que al 2025 aumentará en un 12%, pues hay una demanda creciente de algas secas para la producción de ficocoloides, y de algas húmedas y frescas para la producción de alimentos.