El estudio forma parte del proyecto de tesis de Francisco Muñoz, estudiante del Magíster en Ecología Marina de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), que fue recientemente aprobado para comenzar su ejecución.
“Se trata de una especie en estado de sobreexplotación, por lo que su biomasa se ha visto disminuida y los especímenes más pequeños maduran sexualmente a una edad más temprana. De acuerdo a la estadística de desembarques publicada por el Servicio Nacional de Pesca, en el año 2002 se capturaban 120 mil toneladas y hoy no superan las 20 mil” apunta Francisco Muñoz, estudiante del Magíster en Ecología Marina de la Facultad de Ciencias UCSC que realizará la investigación.
La diferenciación de unidades demográficas de estas poblaciones se realizará mediante el estudio comparativo de la morfometría de los otolitos, que son estructuras calcáreas, homólogas o similares a los huesos del oído humano, “que tienen participación tanto en la audición como en el equilibrio en los peces y su particularidad es que estas estructuras son específicas para cada especie y también podemos ver variaciones intraespecíficas. Los otolitos normalmente son ocupados para estimar la edad de los peces (según la cantidad de anillos que poseen), al igual que han sido utilizados en diversos estudios para diferenciar morfológicamente a especies de peces. Se ha visto que estas diferenciaciones intraespecíficas pueden ser explicadas por diferencias en las condiciones ambientales donde habitan los especímenes que componen la población, por ejemplo por condiciones climatológicas, procesos físicos y químicos del agua, etc., ya que el crecimiento del otolito registra los compuestos que existen en el medio ambiente en sus anillos de crecimiento, por ejemplo el calcio”, explica el tesista.
El estudio de los otolitos se utiliza generalmente para saber la edad de los peces, ya que en su estructura interna se pueden encontrar anillos de crecimiento. “Son muy parecidos a los anillos que se forman en los árboles. Cada anillo representa aproximadamente un año, por lo tanto, a través de ellos podemos estimar la edad del pez. Además, la morfología se utiliza en otras áreas como taxonomía, paleogeografía, debido a la especificidad de su forma”, complementa Francisco Muñoz. El Dr. Mario George-Nascimento es el director de la tesis, y el Dr. José Francisco Cerna es el co-director.
La metodología será ir clasificando según índices de forma y técnicas descriptoras del contorno de los otolitos, como el análisis de Fourier. Las muestras, pertenecientes al Instituto de Fomento Pesquero, datan del año 2019 y son otolitos de merluza que se obtuvieron del crucero anual que realiza el Buque Científico Abate Molina, para evaluar la biomasa de Merluccius gayi (merluza común), de acuerdo a su distribución desde Coquimbo hasta Puerto Montt. “Los resultados constituyen una fotografía del estado la merluza en un año en particular y se está evaluando la posibilidad de comparar con otro año, por ejemplo, previo al declive de la biomasa en el año 2002, para así, discutir sobre los cambios en la morfometría de los otolitos”, complementa el estudiante.
Francisco Muñoz explica que la importancia de este estudio recae en “que este tipo de estudios, generalmente se realiza dentro de un marco “utópico” que para diferenciar poblaciones se complementan estudios de rasgos genéticos y fenotípicos, que significan un esfuerzo económico, que abarca técnicas genéticas e identificación de rasgos fenotípicos. En el caso de la merluza se han hecho estudios de parásitos y de ADN mitocondrial, entonces esta investigación sería un complemento a estos estudios para comprender actualmente cómo es la estructura poblacional y si existe más de una unidad demográfica de merluza común en Chile”. Al indagar esto, se puede saber si las distintas poblaciones necesitan diferentes gestiones administrativas, por parte de las autoridades encargadas de los recursos hidrobiológicos.
“Espero encontrar mayores diferencias en la morfometría de los otolitos de los especímenes que provengan de localidades más distantes, ya que en la literatura se ha mencionado que en el sector sur de su distribución hay una población que no migra demasiado y abundan especímenes más jóvenes, lo que sería ocupado como refugio de individuos jóvenes expuestos al canibalismo. Sumado a esto, cabe considerar un gradiente latitudinal en la costa de nuestro país que determinaría distintas características ambientales y diferencias en su dieta”, finaliza Francisco Muñoz.