Por unanimidad, el Senado ratificó un proyecto de ley que reconoce y fortalece de manera sustentable la pesca bentónica artesanal, vale decir aquella que ejercen buzos, algueros y recolectores en distintas regiones del país.
«El avance de este proyecto es una gran noticia para los miles de hombres y mujeres que, con sacrificio y cariño, extraen estos recursos del mar y contribuyen así a llevar alimentos frescos a la población», señaló la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, Alicia Gallardo Lagno.
La propuesta -enviada al Congreso por el Presidente Sebastián Piñera- fue aprobada en particular y ahora pasará a la Cámara de Diputados para cumplir su segundo trámite constitucional.
La actividad bentónica gira en torno a recursos (moluscos, crustáceos y algas) asociados al sustrato marino. En el país se extraen cerca de 60 de estas especies: erizo, loco, macha, lapa, navajuela, almeja, huepo, juliana, taquilla, pulpo, distintos tipos de huiro, cochayuyo, pelillo y luga, entre ellas.
El Ministro de Economía, Fomento y Turismo, Lucas Palacios, participó en la sesión del Senado en que se aprobó la iniciativa. Al intervenir, valoró especialmente que el proyecto reconozca las particularidades de la actividad bentónica, un antiguo anhelo del sector. Y destacó que la norma conjugue armónicamente la salvaguarda de los recursos marinos con la sostenibilidad económica de quienes ejercen estas labores, entre otros aspectos.
El Secretario de Estado subrayó igualmente que la preparación de la propuesta tuvo un sello participativo, pues incluyó la realización de unos 100 talleres en los que entregaron sus aportes pescadores artesanales y científicos, entre otros actores.
Las felicito y los felicito por el justo reconocimiento que están logrando para su valiosa actividad. Agradecemos también muy especialmente la disposición al diálogo de los senadores durante el trámite de la iniciativa», afirmó, en tanto, la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, Alicia Gallardo Lagno.
Una de las particularidades que reconoce el proyecto se relaciona, por ejemplo, con el hecho de que los buzos requieren de la colaboración de asistentes para desarrollar su quehacer, en el que, además, emplean particulares implementos, entre ellos ganchos destinados a la extracción de los recursos.
En muchos casos, las tareas de asistente de buzo las desempeñan mujeres, lo cual evidencia el enfoque de género que tiene la propuesta en este y otros puntos.
En la iniciativa también se adecuan ciertas definiciones ya contenidas en la ley -como la de actividad pesquera extractiva y veda- y se agregan otros conceptos, como el de recurso bentónico, entre otros.
El proyecto busca, además, introducir mejoras en relación con la administración de las pesquerías bentónicas, reemplazo de los pescadores inscritos en la categoría de buzo, la situación de las mujeres embarazadas que se dedican a la actividad, y la operación sobre los peces de roca, tarea que en muchos casos es de índole ancestral.
La propuesta incluye igualmente una disposición innovadora y enfocada en la sustentabilidad: entregar a los comités de manejo facultades para determinar el número de buzos o buzas que pueden operar sobre determinados recursos bentónicos.