Anguila del Pacífico, Ophichthus remiger El incipiente estudio de una prometedora especie La anguila del Pacífico, Ophichthus remiger, es un recurso de alto consumo a nivel mundial, siendo los países asiáticos...
Anguila del Pacífico, Ophichthus remiger
El incipiente estudio de una prometedora especie
La anguila del Pacífico, Ophichthus remiger, es un recurso de alto consumo a nivel mundial, siendo los países asiáticos el principal mercado, considerando a Japón como el de mayor demanda, seguido por Korea y los países de Europa.
A pesar de que la anguila presenta un excelente precio en el mercado internacional, en Chile, el precio en caleta (Valparaíso) es de $1.000 la unidad y su captura se limita a fauna acompañante de otras pesquerías como la merluza y pesca de arrastre de camarón nylon. En nuestro país, los mayores desembarques se dan en la región de Valparaíso con un promedio de 86 toneladas anuales (Anuario estadístico de pesca, Subpesca 2013 al 2016).
Debido al interés internacional que existe por este recurso, se han desarrollado iniciativas de investigación y de cultivo. En Chile, quien lidera esta investigación es el ingeniero en acuicultura y estudiante de doctorado en acuicultura, Fernando Valenzuela Picón, de la Universidad de Antofagasta, quien junto a su equipo de trabajo comenzó el año 2010 con la adaptación de la tecnología de cultivo de engorda en sistemas de recirculación (tecnología asiática y europea). Junto con desarrollo de alimento y la generación del primer stock de reproductores de Anguila del Pacífico (Ophichtus remiger), para continuar hasta hoy en día estudiando los principales enigmas de este cultivo, como es la reproducción.
“En Chile, la pesquería de la Anguila fue impulsada por el Dr. Hugo Arancibia de la U. de Concepción, en el año 2001, mediante un proyecto Fondef, realizando la incorporación del arte de pesca específico para la especie y realizando las primeras prospecciones. Sin embargo, la pesquería industrial no ha prosperado mayormente debido a la movilidad de las poblaciones y sus caladeros asociados a una baja densidad y mayores esfuerzos de pesca”, nos indica Valenzuela.
Características de la especie
La anguila del Pacífico, pertenece a la familia Ophichthidae, la que comprende alrededor de 53 géneros y 250 especies de peces. Su cuerpo es anguiliforme y alargado con aletas dorsal y ventral que recorren todo el cuerpo, carece de aletas pélvicas y caudal, la abertura branquial está ubicada por delante de la aleta pectoral, la cola termina en una estructura cartilaginosa dura.
La piel no presenta escamas, su musculatura es robusta y firme, de coloración café parduzco, con una serie de manchas blancas, tipo lunares, que la caracterizan. Al no presentar escamas, su piel está siempre impregnada de un mucus protector.
La cabeza se encuentra deprimida y es más ancha que alta, notablemente más corta que la cola, presenta ojos laterales pequeños, boca grande y dientes muy pequeños, puntiagudos, presentes en dos series en cada mandíbula, aunque la mandíbula inferior presenta una tercera hilera con unos pocos dientes diminutos por dentro de las otras series.
Hábitat y distribución
Su distribución va desde Nicaragua hasta Chile central. Además, existen antecedentes que señalan que durante un evento El Niño, esta especie se profundiza y migra hacia el sur, pero con mayores concentraciones en la región norte.
Por su parte, Castillo, R.; Gómez, E.; Paredes, F. (2000) en la publicación: Pesquería y biología de la anguila común Ophichthus pacificic (Günther) en el Perú, señala que la especie “es de comportamiento bentónico y habita fondos arenosos y fangosos. Durante el día se entierra en el fondo, mientras que en la noche realiza migraciones verticales, dentro de la columna de agua, en busca de alimento desde 800 a 50 m. de profundidad, formando grupos segregados por tallas”.
En tanto, según un estudio realizado en 2006 por Manuel Vera sobre la talla de primera madurez y época de desove de anguila común, Ophichthus remiger, en el litoral de la región Tumbes, destaca que “la mayor abundancia relativa estuvo asociada al rango entre 16 y 17°C de temperatura del fondo del mar, con marcada preferencia a los 15ºC, 4 mg/L, inclusive concentraciones menores a 1 mg/L de oxígeno disuelto, a profundidades menores a 20 m. en sedimentos de tipo fangoso”.
Dimorfismo y madurez sexual
El estudio de Vera, antes mencionado, indica que “el dimorfismo sexual de Ophichthus remiger estuvo referido a la longitud total, alcanzando las hembras mayores tallas que los machos. La talla de primera madurez sexual fue alcanzada por las hembras a los 48 cm. de longitud total; y, por los machos, a los 44 cm. Las hembras participarán activamente del proceso reproductivo al alcanzar 73 cm. de longitud total; y los machos, a los 49 cm”, aunque esta información se contrapone con lo publicado en 2013 por Chaicaiza, donde expresó que “se obtuvo la talla media de madurez sexual (L50% = 65,3 y 63,7 cm. Lt) para machos y hembras, respectivamente, que comúnmente es utilizada para determinar la talla mínima permisible para la pesca”.
Para describir este proceso, el Instituto del Mar del Perú describió una escala empírica de madurez sexual para Ophichthus remiger destacando cinco fases: I virginal, II madurante inicial, III madurante avanzado, IV desovante, V desovado. “Sin embargo, para fines del desarrollo acuícola de la especie y el manejo de potenciales reproductores, este tipo de dimorfismo por talla no es útil, ya que no permite diferenciar a una hembra joven (en crecimiento) de un macho, puesto que los ejemplares son idénticos en forma y coloración (no existe un dimorfismo verdadero)”, nos señala el Ing. Fernando Valenzuela, agregando que “es por esta razón que está desarrollando herramientas para diferenciar sexo y estadios de desarrollo gametogénico a partir de muestras de sangre (o mucus), como parte de los estudios que desarrolla para impulsar su acuicultura”, puntualiza.
Desove y reproducción
La anguila presenta desoves parciales y sincronismo en la madurez entre sexos.
Según Vera, “la distribución de frecuencia del diámetro de óvulos, indica el desarrollo de más de un grupo de óvulos durante el período de desove, partiendo del supuesto de que cada moda sea representativa de un lote de óvulos”, por lo que concluye que “se observa la existencia de desove parcial para la especie, ya que ocurren lotes de óvulos en diferentes fases de desarrollo, y que aquellas, con diámetro superior, crecen para ser eliminados en la estación de desove”.
En época de desove (otoño) la especie migra hacia la desembocadura de los ríos para depositar sus gametos y realizar la fecundación.
Alimentación
Es una especie carnívora, presenta hábitos de vida y alimentación bentónicos. La alimentación de esta especie se basa en crustáceos, teniendo como alimento secundario a los moluscos y a los peces como alimento incidental. Es una especie oportunista que incluso puede comer carroña.
Pesquería y desembarques:
En Chile, según una recopilación de datos de los desembarques de anguila de los últimos cinco años, muestran un promedio de 86 toneladas, con desembarques en la V y XII Región, sin embargo, dada la distribución de esta especie, se estima que este valor sería más bajo, ya que consideraría dos especies de anguilas (del Pacífico y babosa). Según la recopilación antes mencionada, los mayores desembarques se logran, en Chile, durante los meses de octubre a enero, y los más escasos durante agosto y septiembre.
Pesquería en Perú
En Perú, sin embargo, se desarrolla una pesquería del recurso la que en la actualidad ha ido disminuyendo paulatinamente. “Ophichthus remiger, es una especie demersal que es capturada por los pescadores artesanales de la región norte de Perú, empleando tubos–t
rampa de PVC. En la Región Tumbes, las primeras capturas de esta especie se reportaron en Cancas, el año 2000, desembarcando 4,7 toneladas. Sus mayores capturas se registraron entre los años 2001 y 2003. En la actualidad, sus desembarques han disminuido paulatinamente”, indica Vera. A partir del año 2006 y hasta la actualidad, el stock en Perú se encuentra sobreexplotado por reclutamiento y crecimiento, sin posibilidad de establecerse como una pesquería sostenible, según lo expone Schuhbauer (2006) en la publicación Fishery and population dynamics of the punctuated snake eel, Ophichthus remiger (Ophichthidae), North Peru. In: Faculty for Biology and Chemistry.
Experiencia de cultivo en Chile
En el hatchery de Biodiversificación Productiva de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos de la UA, Fernando Valenzuela, junto a su equipo de trabajo, estudian, desde el año 2010, la especie, poniendo énfasis en la producción de juveniles de anguila.
A través de la línea de financiamiento estatal FONDEF de CONICYT, los profesionales han trabajado en dos proyectos dirigidos a la domesticación de la especie, la adaptación del cultivo de engorda en cautiverio y el establecimiento de un stock de reproductores, con el objetivo de obtener producción y crianza larval de anguilas, y la obtención de post larvas como producto de alto valor comercial.
Esto, debido a la alta demanda mundial por este recurso, que ha provocado que los stocks naturales de anguilas hayan disminuido notoriamente. Ophichthus remiger, es un símil de la Anguilla japonica, que es la más apetecida a nivel mundial, si logramos terminar de desarrollar el cultivo de esta especie, podríamos tener una excelente alternativa de diversificación.
Para tener mayores antecedentes del trabajo realizado en nuestro país, nos contactamos con el Ingeniero Acuícola y estudiante de doctorado, Fernando Valenzuela, quien nos contó los detalles de la experiencia de cultivo de anguila en Chile.
¿Cómo nace la idea de cultivar anguilas?
“La idea nace a partir de un trabajo de tesis de pregrado que realizó un grupo de alumnos de Ingeniería en Acuicultura de la Universidad de Antofagasta, el año 2006, a raíz de que se encontraron con ejemplares de anguila en una pesca prospectiva, lo cual llamó mucho la atención debido a que no era, ni es común el recurso en Chile, a excepción de los pescadores artesanales que si lo conocen, pero no lo explotan. De esta manera se puso en contexto la posibilidad de trabajar con una especie nativa que, por sus características de mercado, hacía muy atractiva la idea de desarrollar su acuicultura. No es hasta el año 2010 que recién se pudo comenzar a trabajar en serio, gracias a la obtención de financiamiento por parte del Fondo de Desarrollo y Fomento FONDEF, de CONICYT”.
¿En qué consistieron los proyectos?
“A la fecha hemos desarrollado dos proyectos FONDEF, el original y su continuación, abarcando en total 4 años y medio de investigación y desarrollo. El primero de los proyectos buscaba desarrollar las bases para el desarrollo de la tecnología de cultivo de la especie, por lo cual los esfuerzos se centraron en la captura de organismos silvestres y en el proceso de domesticación, desarrollo de alimento formulado, su adaptación al cultivo (teniendo como base de referencia la tecnología utilizada para la crianza de anguilas, tanto en Europa como en Asia), utilizando sistemas de recirculación y, finalmente, la obtención de un stock de reproductores.
Por su parte, en el segundo proyecto, se concentraron los esfuerzos en el desarrollo del conocimiento y tecnología para el manejo del stock de reproductores, de manera de poder obtener la maduración sexual y desoves en cautiverio, para desarrollar la larvicultura y así obtener las preciadas post larvas (Angulas o Anguilas vidriadas), que llegan a alcanzar valores sobre los 1.800 €/kg en Europa”.
¿Cuáles fueron los avances que obtuvieron?
“Los avances más significativos corresponden a haber obtenido el conocimiento a base de la experimentación y de la adaptación tecnológica existente en Asia y Europa, para el manejo de la especie en cautiverio (domesticación), tanto para fines de engorda como para fines de manejo reproductivo. Además, la implementación de un Hatchery dedicado al trabajo de investigación y desarrollo en Anguilas.
Actualmente contamos con laboratorios dedicados al manejo de los reproductores y las subsiguentes etapas, como lo son incubación y larvicultura. Sin embargo, a pesar de haber obtenido avances significativos, en torno a la maduración sexual y correspondiente gametogénesis de machos y hembras, no fue posible aun obtener los desoves en cautiverio, dado principalmente por la limitante de tiempo que tienen los proyectos en general. Pero ya estamos muy cerca de lograrlo”.
¿Cuáles han sido los principales enigmas del cultivo de esta especie?
“Como señala en su último trabajo (Mazzeo et al., 2016), las anguilas, en general, no se reproducen en cautiverio de manera natural, sino que deben ser implementadas terapias de inducción, con la utilización de hormonas gatillantes del proceso madurativo (como la GnRH), pero también se deben considerar factores de inhibición para los antagonistas de la gametogénesis, que se expresan a causa del estrés propio de la cautividad. Así, La mayor intriga en los Anguiliformes, en general, es justamente el proceso de desarrollo sexual madurativo, muy desconocido en la naturaleza y menos en cautiverio. Así también la etapa de embriogénesis y larvicultura son todo un enigma, pues no existen trabajos que aporten este conocimiento al estado del arte en nuestra especie”.
¿En qué proceso se encuentra actualmente el cultivo?
“Ya logrado el proceso de levantar el conocimiento basal, para su manejo en cautiverio, con fines de acuicultura, hoy en día contamos con infraestructura de primer nivel para seguir adelante. Se ha determinado que la mayor problemática y principal atractivo de negocio es la reproducción para la obtención final de las post larvas, que son la unidad de negocio más atractiva, por su alto valor. Es así que nos hemos centrado en la reproducción en cautiverio.
¿Por qué considera usted que la anguila es una especie de importancia comercial?
“Debido principalmente a que las anguilas poseen una enorme importancia cultural en los países asiáticos, razón por la cual poseen una demanda insatisfecha por parte de los gigantes asiáticos. Además, cumple con los requisitos fundamentales de la acuicultura, esto es, poseer un alto valor comecial, además de poseer tecnología ya desarrollada ampliamente, a nivel global, para su cultivo de engorda (es una especie muy resistente). Lo que falta es el manejo de la reproducción para que la actividad productiva sea sustentable.
¿Considera que la anguila es una buena candidata para diversificar la acuicultura en Chile?
“Por supuesto que sí, debido a que es una especie nativa y subexplotada en nuestro país, con un amplio mercado mundial insatisfecho, por lo demás. Además, su distribución geográfica permitiría desarrollar su acuicultura desde Valparaíso al norte. Chile además, en la medida que desarrolle su cultivo, podrá exportar la tecnología a países como Perú y Ecuador, entre otros”.
¿Cuáles son los próximos desafíos?
“Los próximos desafíos son la obtención de los desoves controlados, que espero lograr obtener en el transcurso de lo que me queda del doctorado los próximos 2 años. Si logro este avance, lo que queda es meterse de lleno, entonces, a la larvicultura. El objetivo es lograr obtener, mediante un proceso planificado y controlado, post larvas o juveniles de anguilas. Esa es la base del modelo de negocio. Si consideramos que recién llevamos invertidos, efectivamente, alrededor de 5 años en la generación del conocimiento y tecnología, y que, además, es una especie que prácticamente carece de éste, en todos sus ámbitos biológicos, vamos por buen camino.
Se requiere inversión y se requieren más protagonistas, esto es, otros equipos de investigación que puedan avanzar en paralelo con avances específicos como control de enfermedades, un mejor alimento para la engorda, sistemas de cultivo específicos, etc.”.
“Sería muy conveniente que alguna empresa privada en Chile o en el extranjero estuviera dispuesta a invertir para seguir avanzando aceleradamente y, el día de mañana, poder contar con una cartera diversificada de negocios acuícolas para el sector Sudamericano. Dejo hecha la invitación, pues sin esta colaboración es muy difícil obtener financiamiento desde el Estado, deben existir demandantes y contrapartes que arriesguen por el I+D+i, a bajo costo, ya que el Estado se pone, generalmente, con el 70%. Necesitamos ir por más”.
Katherine Silva
Ingeniero Acuícola & editor técnico
Edición N°114
Revista Mundo Acuicola