Si bien ya existen estudios que confirman la poca tolerancia del H. antarcticus a variables ambientales producidas por el cambio climático, un nuevo estudio determinó su respuesta osmorreguladora a diferentes niveles de temperatura y salinidad, dando cuenta cómo el cambio climático afecta al su balance hidromineral.
Investigación también descarta una posible migración del Harpagifer antarcticus a la Patagonia chilena, debido a su intolerancia a temperaturas más cálidas.
En términos ecológicos, Harpagifer antarcticus es un pez bastante estudiado dentro de la fauna del continente blanco, debido a su distribución en las costas, su importancia en la alimentación de diversos organismos y su relación con el Harpagifer bispinis, especie de similares características que habita en la zona sub-antártica (Patagonia), pero de diferente fisiología.
Si bien ya existen estudios que confirman la poca tolerancia del H. antarcticus a variables ambientales producidas por el cambio climático, un nuevo estudio determinó su respuesta osmorreguladora a diferentes niveles de temperatura y salinidad, dando cuenta cómo el cambio climático afecta al su balance hidromineral.
La investigación estuvo a cargo del Dr. Luis Vargas-Chacoff, vicerrector de Investigación, Desarrollo y Creación Artística de la Universidad Austral de Chile (UACh) e investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL).
Los ejemplares fueron expuestos a variables como temperatura y salinidad (2, 5, 8 y 11° C y 33, 28 y 23 psu), evaluando cambios en la actividad branquial-renal-intestinal, el porcentaje de agua muscular y la osmolalidad plasmática (concentración de solutos) en las respuestas osmorreguladoras, cambios en su organismo que también son visibles en su comportamiento, tales como contracciones, nados erráticos y deshidratación.
“Las proyecciones de cambio climático indican un aumento de la temperatura y una baja de salinidad debido al freshening (entrada de agua dulce al océano). De producirse estas variables de manera abrupta, el animal está sometido a un doble estresor, haciendo que tenga serios problemas de adaptación”, explicó el investigador.
En el estudio también participaron los investigadores del Centro IDEAL, doctores Kurt Pashcke y Jorge Navarro, quienes en conjunto ya han publicado trabajos científicos relacionados con la respuesta fisiológica del H. antarcticus ante el cambio climático.
“Estos resultados nos deja bastante claro que el animal no puede vivir a menos de 25 psu de salinidad ni a más de 8 grados Celsius. El pez estará obligado a buscar lugares más profundos, sin embargo, perderá la capacidad de mimetizarse en el roquerío de la zona intermareal, convirtiéndolo en presa fácil para especies como pingüinos, lobos y otros peces”, comentó el Dr. Vargas-Chacoff.
El estudio, publicado en la revista científica Journal of Thermal Biology, también descartó una posible migración del H. antarcticus hacia la Región de Magallanes, debido a su incapacidad para soportar temperaturas superiores a 5°C.