Este domingo 7 de febrero se dio inicio al X Foro Iberoamericano de los Recursos Marinos y la Acuicultura (X FIRMA), evento que busca analizar, debatir y transmitir la situación de los recursos acuáticos en Iberoamérica, las nuevas tecnologías para la producción acuícola y el potencial de este rubro para la seguridad alimentaria.
Charla magistral abordó el estado actual de la acuicultura en Latinoamérica y sus desafíos para el futuro.
Este domingo 7 de febrero se dio inicio al X Foro Iberoamericano de los Recursos Marinos y la Acuicultura (X FIRMA), evento que busca analizar, debatir y transmitir la situación de los recursos acuáticos en Iberoamérica, las nuevas tecnologías para la producción acuícola y el potencial de este rubro para la seguridad alimentaria.
En este contexto, se desarrolló la conferencia magistral “La acuicultura en América Latina y el Caribe: realidades, desafíos y perspectiva”, a cargo de Carlos Wurmann, director ejecutivo de Award Ltda, empresa de consultoría internacional en acuicultura y pesca. “Es un privilegio poder comentar y discutir estas ideas con gente de toda América Latina y la península Ibérica”, señaló el también consultor internacional de la FAO.
Wurmann inició su exposición con una revisión de las tendencias de la acuicultura en América Latina respecto al escenario mundial, la cual presenta una tendencia a la baja en las tasas de crecimiento, pero mantiene un aumento en producción y valor comercial.
“Si bien la producción en acuicultura de América Latina representa un 3.8% del total mundial, en términos de valor este porcentaje se duplica, siendo superado solo por Oceanía. Asimismo, llama la atención que el periodo de la década del 80 y el 2004, cuando los precios venían disminuyendo fuertemente, fuera coincidente con el tramo de mayor crecimiento de la acuicultura en América Latina, ganando con ello la industria dinamismo y competitividad. Así, desde 2004 hasta la actualidad, podemos ver un constante crecimiento de los valores medios, lo que representa un incentivo importante para la producción en acuicultura”, detalló el especialista.
Posteriormente, analizó las principales características de la actividad en la región y sus mayores implicancias, enfocándose en aspectos como el bajo consumo de productos pesqueros por parte de la población de Latinoamérica (10 kg. por habitante al año), el modelo productivo regional, la concentración de los volúmenes de producción y la escasa diversificación de especies.
“Durante el 2018, Sudamérica concentró el 86% del volumen total de la región y el 91% del valor cosechado. Esto se explica principalmente porque el Caribe, dada sus condiciones de mayor densidad de población y escasez de agua dulce, no es una zona apropiada para aumentar sustantivamente los volúmenes de producción”, explicó.
Respecto al modelo productivo que predomina en Latinoamérica, Wurmann señaló que este se basa principalmente en la exportación, como respuesta a “una insuficiencia por parte de la demanda del mercado interno y porque, además, existen empresas muy competitivas y con alto nivel tecnológico, asociadas principalmente a la producción de salmónidos y camarón. En contraste, se presenta un número mucho mayor de pequeñas y medianas empresas que abastecen el mercado interno, con todo tipo de restricciones y dificultades”.
En ese sentido, llamó a poner énfasis en los desafíos claves para la Acuicultura en América Latina, entre ellos precisamente el nivel de informalidad en los pequeños productores de la región.
“Esta informalidad se debe a que la normativa no reconoce condiciones especiales al pequeño productor, el que se ve forzado a trabajar en la ilegalidad, y cuando logra convertirse en un productor viable esa continuidad no se porque es muy difícil mantener la cantidad de requisitos. Desafortunadamente no tenemos una reglamentación específica que permita igualar la cancha”, declaró.
Otros desafíos a los que apuntó durante su presentación fueron la necesidad de desarrollar una estrategia de estandarización de los productos de la acuicultura: avanzar en una gobernanza que facilite la actividad para pequeños y medianos productores; privilegiar la descentralización de los modelos productivos regionales; la comprensión de los aspectos negativos de la producción acuícola en el medio ambiente; y, especialmente. mejorar nuestra capacidad de competir a futuro, buscando estrategias para aumentar la productividad con los sistemas de producción tradicionales e incorporando nuevas tecnologías como RAS y cultivos “Offshore”.
“Es importantísimo que los gobiernos insistan en poder presentar mejores opciones y apoyo a la gran industria para la incorporación de estas tecnologías, que sin duda van a definir la productividad y competitividad a futuro”, enfatizó.
FIRMA 2021
El FIRMA 2021 se desarrollará hasta el 12 de febrero y comprende un total de 10 mesas de trabajo en las que participarán 50 especialistas internacionales, en temas como recursos marinos, productos acuícolas en y post pandemia, cultivo de salmónidos, cultivo de tilapias, cultivo de camarones, cultivo de moluscos, cultivo de equinodermos, diversificación de la acuicultura, entre otros. Además, estas serán complementadas por distintas conferencias magistrales, foros, exhibiciones de innovaciones y productos de empresas.