Según el último informe SOFI de FAO, en Chile 2,9 millones de personas tiene algún tipo de inseguridad alimentaria moderada o severa. Para reducir estos índices la pesca industrial ha...
Según el último informe SOFI de FAO, en Chile 2,9 millones de personas tiene algún tipo de inseguridad alimentaria moderada o severa. Para reducir estos índices la pesca industrial ha desarrollado una serie de iniciativas que permitan fomentar el consumo de productos del mar y acceder a información para derribar mitos en torno a su consumo.
La preocupación por la inseguridad alimentaria se ha incrementado en estos meses en Chile y el mundo, debido a los efectos del Covid-19. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dice que en América Latina y el Caribe es donde más rápido está incrementando esta problemática.
Según el informe, el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020 (SOFI, por sus siglas en inglés) 47,7 millones de personas en la región padecen hambre y en Chile, casi tres millones de personas no tienen acceso regular a alimentos suficientemente nutritivos. Cabe destacar que este informe no incluye los efectos del Covid-19.
El informe SOFI establece que en Chile un 15,6% del país (2,9 millones de personas) tiene algún tipo de inseguridad alimentaria (moderada o severa) y que actualmente un 3,8% de la población (700 mil personas) padece inseguridad alimentaria severa.
Para el presidente de la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca F.G), Osciel Velásquez, “la seguridad alimentaria y el acceso de alimentos saludables siempre ha sido nuestra preocupación, pero derivado de los efectos de la pandemia la inseguridad alimentaria requiere de mayor atención”.
Frente a esto, el presidente del gremio, explica las distintas acciones que han marcado su gestión para fomentar el consumo de productos del mar, “hemos creado al corporación Propescado que busca desarrollar iniciativas para fomentar el consumo de productos del mar, hemos recorrido Chile con cocinas en vivo para enseñar a las personas a cocinar de distintas formas los productos del mar y también instauramos la Feria Gastronómica del Mar (Fegamar), como la primera feria sectorial orientada solamente a visibilizar emprendedores y productos marinos, que este año fue suspendida por razones sanitarias”.
“Todas estas iniciativas nacieron con la finalidad de derribar varios mitos que existen en torno al consumo de productos del mar, como que todos son caros, difíciles de preparar, etc. Los pescados y mariscos son ricos, sanos y entregan un aporte nutritivo irremplazable.”, agregó Velásquez.
Es por este sentido, uno de los mensajes que Sonapesca busca difundir es a consumir productos locales, y así evitar pagar por los costos del flete en el precio, además de preferir aquellos productos que son más baratos como el jurel, “me gusta dar como ejemplo, que cuando uno hace un asado no siempre lo hace con filete, también usa distintos cortes que son más baratos, los mismo pasa con los pescados y mariscos”.
Jurel
El gremio ha hecho un fuerte trabajo con el jurel, un producto que es más accesible en precio y con un alto nivel de ácido graso Omega3, que tiene una serie de beneficios para el organismo. Además es una pesquería sustentable y certificada bajo el estándar más estricto, el de la MSC (Marine Stewardship Council), que establece que la población está saludable; que hay un bajo impacto de las actividades de pesca en el ecosistema; y que la pesquería está bien gestionada.
Programas de Alimentación Escolar
Por otra parte, se han tenido diversos acercamientos con la Junaeb, delineando un trabajo que permita que los escolares puedan consumir productos chilenos y de alto nivel nutricional, lo que permitirá que los estudiantes puedan ingerir mejores nutrientes para su salud y que aporte a su desarrollo intelectual.
Esto cobra relación, cuando se ve que se registró un aumento de la seguridad alimentaria y desnutrición y se ve que las cifras de obesidad y sobre peso en adultos y niños menores de cinco años se mantienen, siendo las cifras de los menores de cinco años más preocupante con una prevalencia del 9,3%, la que está por sobre el promedio regional de 7,5%.