En medio de la alerta por un posible rebrote en el gigante asiático, surgió la hipótesis de que el virus podría transmitirse a través del consumo de salmón importado en...
En medio de la alerta por un posible rebrote en el gigante asiático, surgió la hipótesis de que el virus podría transmitirse a través del consumo de salmón importado en ese país (Emol.com).
Una tabla de cortar utilizada por un vendedor de salmón importado encendió las alarmas. Y es que en ese utensilio, en medio de una inspección en el mercado de Xinfadi en Beijing, China, funcionarios de la salud de ese país hallaron covid-19, originándose así un nuevo foco de contagios en el gigante asiático y la alerta por un posible rebrote de la enfermedad.
Con estos antecedes, el Gobierno chino estableció la posibilidad de que este nuevo brote de coronavirus se haya originado producto del consumo de salmón importado, y comenzaron las especulaciones sobre si el pescado puede transmitir la enfermedad.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han asegurado que no está clara esta supuesta vinculación entre el covid-19 y el salmón, y lo califican tan solo como una «hipótesis». Sin embargo, en China este producto ya se ha retirado de supermercados y plataformas de entrega de alimentos de las principales ciudades, y expertos han pedido a los ciudadanos no consumir maricos ricos en omega-3. Así, las especulaciones en el país asiático podrían provocar un fuerte golpe en las exportaciones de salmón a China, lo que de paso podría afectar a Chile, considerando que está en el grupo de los cuatro países que más abastece de ese producto a la segunda economía del mundo.
Según expuso SalmonChile a través de un comunicado, «la información actualmente permite afirmar que el virus no se multiplica en peces, lo que sumado a las medidas de bioseguridad e inocuidad en la producción hacen altamente improbable que el virus covid-19 se transmita vía peces de cultivo». Junto con ello, destacó los «elevados» estándares sanitarios de la producción local de salmón.
Dicho eso, el gremio salmonero nacional aseguró que «hasta el momento» Chile no ha sido notificado de «ninguna restricción a la exportación de sus productos a ese mercado», y que no existe ningún tipo de información oficial referente al tema transmitida desde las autoridades chinas al país. «Nuestros productos son permanentemente fiscalizados tanto por las autoridades sanitarias chilenas como por las de los países de destino, donde son sometidos a exhaustivas pruebas. En el caso puntual de China, entendemos que sus autoridades han intensificado el análisis de muestras en los mercados de alimentos de sus principales ciudades y, a la fecha, no ha habido objeciones con nuestros productos», agregó el texto.
Por su parte, el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), Rodrigo Yáñez, expuso que «actualmente no existe evidencia científica de que la transmisión del covid-19 sea atribuible a alimentos o dentro del proceso de packaging de los mismos». De todas formas, resaltó que «toda medida sanitaria que pudiese afectar al comercio debe ser consistente con las obligaciones que hemos asumido en el marco del Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC y nuestros TLCs bilaterales”.
Salmón chileno a China en cifras
Según cifras de la Subrei, en 2019 China se posicionó como el quinto destino de las exportaciones chilenas de salmón (detrás de Estados Unidos, Japón, Brasil y Rusia), anotando envíos por US$274 millones, el 5% del total de las ventas al exterior. Este año, entre enero y abril, las exportaciones de salmón chileno a su principal socio comercial registraron US$75,6 millones, presentando una caída de 24% en comparación a lo enviado en el mismo periodo del año pasado.
Son más de 50 las empresas nacionales que han exportado salmón a China en los últimos tres años, el 24% siendo envíos realizados desde la Región de Los Lagos, 1,7% desde Magallanes y 1,1% desde Aysén. Sin tomar en cuenta los números de 2020, las exportaciones de salmón chileno a China han crecido a una tasa media anual del 24% en los últimos 17 años, pasando de enviar US$8,3 millones en 2003 a US$274 millones en 2019.