Investigación taxonómica permitió diferenciar y nombrar dos grupos presentes en las costas de nuestro país. Si bien a simple vista parecen iguales, mantienen diferencias genéticas y geográficas. Durvillaea antarctica era...
Investigación taxonómica permitió diferenciar y nombrar dos grupos presentes en las costas de nuestro país. Si bien a simple vista parecen iguales, mantienen diferencias genéticas y geográficas.
Durvillaea antarctica era el nombre científico para definir al cochayuyo que existía en las costas de nuestro país. Desde Coquimbo hasta Cabo de Hornos, esta alga parda -que puede alcanzar los 15 metros de longitud- se extrae mayoritariamente entre la Región del Biobío y la Región de Los Lagos, manteniéndose como parte de la gastronomía popular chilena.
Sin embargo, científicos de diferentes países lograron realizar un completo estudio taxonómico, verificando diferencias genéticas y geográficas de esta especie a lo largo de las costas chilenas, encontrando así dos tipos de cochayuyo y no uno, como era lo que creía la comunidad científica hasta el momento.
“Logramos definir geográficamente a un primer grupo genético de Durvillaea, que se distribuye desde las costas de Coquimbo hasta Isla Betecoi en las Guaitecas, el cual se diferencia de la especie existente desde la Región de Aysén hasta el Cabo de Hornos”, explica el Dr. Erasmo Macaya Horta, ficólogo del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), académico de la Universidad de Concepción (UdeC) y co-autor del estudio.
La situación se asemeja a lo ocurrido hace algunos años con el “huiro negro”, donde estudios moleculares demostraron la presencia de dos grupos genéticos diferentes en las costas de Chile (Lessonia berteroana y Lessonia spicata). En el caso de Durvillaea, ya había investigaciones que indicaban diferencias genéticas, por lo que en este nuevo estudio se llevó a cabo la investigación taxonómica para describir la nueva especie.
El trabajo dio cuenta del primer registro de este cochayuyo en las costas de Chile central, realizado en 1839. Además, se obtuvo acceso al material original desde un herbario en Kiel (Alemania, el cual fue llamado en ese momento Halymenia incurvata, por el científico Johannes Nicolaus von Suhr. Finalmente, esta nueva especie fue denominada Durvillaea incurvata (Suhr)
“Morfológicamente y a simple vista, no tiene diferencias con su par D. antarctica, pero sí mantienen discrepancias genéticas y geográficas”, comenta el Dr. Macaya. Para cerciorar esta información, también se analizaron la morfología y genética de muestras obtenidas desde la Región del Biobío. Dicho material fue enviado al Museo de Historia Natural en Santiago y se mantuvo algunos ejemplares en el Laboratorio Algalab de la UdeC.
Este nuevo cochayuyo sería una especie endémica de Chile, debido a que D. antarctica también se encuentra en la zona subantárctica y Nueva Zelandia.
El estudio denominado “The biogeographic importance of buoyancy in macroalgae: a case study of the southern bull?kelp genus Durvillaea (Phaeophyceae), including descriptions of two new species”, fue liderado por investigadores de Nueva Zelandia (Universidad de Otago), siendo publicado recientemente en la prestigiosa revista de algas Journal of Phycology.