Los resultados del estudio indican que la presencia de Cáligus y su tratamiento tienen un impacto significativo y negativo en el crecimiento de la biomasa y positivo en el costo...
Los resultados del estudio indican que la presencia de Cáligus y su tratamiento tienen un impacto significativo y negativo en el crecimiento de la biomasa y positivo en el costo del kilogramo de Salmón del Atlántico cosechado por los centros de cultivo de salmón en Chile
El Programa Integrativo del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola, INCAR, publicó un nuevo Policy Brief, iniciativa que consiste en traducir los principales hitos de investigación del centro en resúmenes en español con recomendaciones desde la ciencia para políticas públicas.
“A través de estos documentos cortos y de lectura fácil el centro pretende informar a la sociedad, y promover cambios e innovación en las políticas públicas, basados en la mejor ciencia, para abordar problemas estratégicos del sector bajo el marco del enfoque ecosistémico a la acuicultura”, explicó la Investigadora Principal del Programa Integrativo, Dra. Doris Soto.
El texto, denominado “Impacto del tratamiento de Cáligus sobre los costos unitarios de producción en centros heterogéneos de producción de salmones en Chile”, está basado en el estudio “Impact of Caligus Treatments on Unit Costs of Heterogeneous Salmon Farms in Chile” publicado en el 2019, en el que participan los Investigadores INCAR Dr. Jorge Dresdner, Dr. Carlos Chávez y el Dr. Miguel Quiroga junto a Daniel Jiménez, Paulina Artacho y Alfredo Tello.
Los resultados del estudio indican que la presencia de Cáligus y su tratamiento tienen un impacto significativo y negativo en el crecimiento de la biomasa y positivo en el costo del kilogramo de Salmón del Atlántico cosechado por los centros de cultivo de salmón en Chile. El incremento en costos estimado alcanza, en promedio, US $ 1,40 por kg y no hay diferencia significativa en el costo con tratamiento. Este efecto varía dependiendo de las regiones y ambientes marino y estuarino considerados. Por ejemplo, la magnitud del impacto del Cáligus tiende a ser mayor en la Región de Los Lagos y en ambientes marinos en relación a la situación base.
El impacto más importante en los costos lo produce el Cáligus mismo. De acuerdo a las estimaciones realizadas, el costo promedio de alimentación de salmones en el escenario base (sin Cáligus) es de aproximadamente 85 centavos de dólar por kg de salmón. Cuando se incorpora el efecto del Cáligus, el costo promedio de producción se eleva a US $ 2,21 por kg. Este costo extra es producido por el efecto negativo directo que tiene el Cáligus en la velocidad de crecimiento del salmón. Para alcanzar un determinado tamaño, la acción del Cáligus sobre el salmón, hace que este crezca más lento, lo cual aumenta los costos unitarios de producción del ciclo. Los determinantes específicos por los cuales el salmón crece más lento no es posible identificarlas con el modelo usado en este estudio, pero algunas razones que se entregan en la literatura son el stress que genera el Cáligus sobre el salmón, la energía que pierde el pez al tratar de defenderse del parásito, y la menor cantidad de alimento que ingiere el pez al estar asediado por el Cáligus.
Los efectos cuantificados en este estudio respecto del impacto de la presencia de Cáligus y su tratamiento sobre los costos unitarios de producción difieren dependiendo de las condiciones geográficas y ambientales de los centros de cultivos, sugiriendo que el diseño costo-efectivo de regulaciones orientadas al control de enfermedades en la producción de salmones debiera variar según zonas geográficas y condiciones ambientales dada la presencia de condiciones heterogéneas de producción.
Entre las recomendaciones emanadas del documento se encuentra que, debido a la heterogeneidad existente entre los centros de cultivo se sugiere que “cualquier diseño regulatorio destinado a corregir el problema de externalidades como el involucrado en el caso analizado (externalidades dentro del centro productivo/empresa y sobre otros centros/empresas) debiera considerar que los tratamientos pueden ocasionar efectos adicionales (resistencia de patógenos a tratamientos, impactos sobre otros sectores productivos, incluyendo aquellos basados en recursos marinos o incluso turismo, etc). Estos efectos de segundo orden requieren también considerar de manera cuidadosa la posibilidad de establecer exigencias de tratamientos no-uniformes para las enfermedades que afectan a la industria”.
Revisa y descarga el Policy Brief aquí.
Fuente: INCAR