Desde el año 2018, Mowi está en un proceso global para la estandarización de sus instalaciones de agua dulce, principalmente aquellas que utilizan RAS (Mundo Acuícola). La semana pasada, Mundo...
Desde el año 2018, Mowi está en un proceso global para la estandarización de sus instalaciones de agua dulce, principalmente aquellas que utilizan RAS (Mundo Acuícola).
La semana pasada, Mundo Acuícola fue invitado a conocer la Piscicultura Fiordo Aysén -propiedad de la compañía Mowi-, para descubrir en primera persona cómo funcionan sus instalaciones de agua dulce, ubicadas en el sector conocido como Rodado Notable. Llegamos a Puerto Chacabuco, que se ubica en la orilla del fiordo Aysén y cruzamos por mar, única forma de llegar.
Esta piscicultura tiene una particularidad, ya que es 100% autónoma energéticamente. Esto sucede ya que se transforma energía mecánica -por medio de un caudal de agua- a energía eléctrica, mediante 2 turbinas con potencia de 1 MW. Cabe destacar que no se aumenta el consumo de agua, puesto que es el mismo caudal el que se utiliza en el proceso productivo.
El agua dulce de Mowi
El ciclo en el agua dulce complejo. Tiene un periodo que oscila entre 3 a 4 años en el caso de los reproductores y en el caso de la ova al Smolt es prácticamente 12 meses en esa fase. Hay algunas diferencias que se han dado con el tiempo, gracias a la tecnología. Los salmones crecen con relación a la temperatura, con temperaturas óptimas (entre 14 y 16 grados) se pueden aportar a los ciclos.
Miguel del Río, encargado de centro, nos cuenta que “en pisciculturas frías podríamos hablar de 18, hasta 20 meses y en estas pisciculturas se utiliza tecnología de recirculación, que la gran bondad que tiene es poder manejar la temperatura, nosotros podemos hablar de ciclos que van inclusive desde la ova al smolt hasta 10 meses, 9 meses inclusive se ha visto en algunos ciclos», ejemplifica.
Para introducirnos a la tecnología RAS, explica una de sus ventajas que es el requerimiento mínimo de agua. «Es significa que para una piscicultura que tiene una capacidad instalada de 6 millones de smolt, la cantidad de agua que se utiliza en una piscicultura de flujo abierto podría bordear de 4.500 a 5.000 litros por segundo, aquí estamos hablando de una piscicultura que consume no más de 70 litros por segundo».
Otras ventajas que recalca son: una producción estable y predecible, captura del 90% de los sólidos producidos en el sistema, control de parámetros de cultivo, aislamiento de factores climáticos y ambientales, mejores condiciones sanitarias, 100% control de escape y reducción del impacto ambiental.
De la misma manera, explica una desventaja que sería su alta inversión inicial. «En los sistemas tradicionales las inversiones oscilan -por metro cúbico de cultivo- 300 metros a 1200 dólares por metro cúbico. En la recirculación la inversión es casi el doble. Pero una de las grandes ventajas es que el activo fijo, le podemos dar en el año más de 4 vueltas, o podemos hacer 4 ciclos productivos.»
Otras desventajas incluyen la exigencia de personal más calificado, un alto requerimiento de energía y poca flexibilidad ante variaciones de fechas de siembra.
Los sistemas RAS se encuentran en un proceso de masificación en todas las unidades de negocio, en donde ya hay mucha tecnología de recirculación y son ampliamente aceptados como la forma más eficiente y sustentable de producción en el FW.
La compañía Mowi, desde el año 2018 está en un proceso global para la estandarización de sus instalaciones de agua dulce, principalmente aquellas que utilizan RAS. El objetivo principal es poder utilizar en los nuevos proyectos RAS las mejores prácticas de ingeniería, equipamiento y sistemas. Este proceso concluirá el presente año 2020 con un manual que permitirá tomar las referencias técnicas para el desarrollo de los nuevos proyectos en esta materia.
El agua está en los estanques donde están los peces que pasan por un proceso de depuración que parte con la eliminación de los sólidos (feca y restos de alimento), después el agua entra en un proceso de filtración biológica, tienen que ver con sustratos donde se adhieren bacterias, que pueden tratar todos los residuos amoniacales que son parte de la degradación de la feca y el alimento y luego entra el proceso de desgasificación -eliminación del CO2- a través de un sistema que hace que la partícula de agua libere el CO2, luego un sistema de bombeo que va hacia el área de oxigenación y desinfección en este caso tenemos, además de UV, utilización de O3. El agua posteriormente retorna a los estanques de peces.
Estos van a ser 6 estanques octogonales de hormigón de 600 m3 cada uno. “Todo el sistema ya está construido, la parte de atrás es la parte de tratamiento porque va a ser un sistema RAS, también va a tener la tecnología para optimizar el uso del agua, ya tenemos un avance de 50% de la obra civil y después viene el tema del montaje. En los próximos meses comenzamos a activar los biofiltros y en paralelo terminar la construcción. Cuando se termina la faena de montaje echamos agua y ponemos a andar el sistema. Está proyectado para terminar en junio-julio, máximo agosto”, explicaron desde Mowi.
Tratamiento de RILES
Cambio de un proceso químico a uno biológico (BIDA), permite tratar el 100% de los RILES con un 85% menos de energía. El sistema producirá Humus inocuo y puede ser dispuesto en el área de piscicultura favoreciendo la mejora de suelos.
Con estas mejoras, se podrá pasar de consumir 18000 m3/h en proceso productivo a 20 m3/h. Durante la etapa de construcción se emplea hasta 90 personas en obras y montaje por turno, además de servicios de la región para logística, transporte y apoyos a la construcción, además de personal de producción, donde también se emplea personal de la región de Aysén y fuera de ella.