Caracoles recolectados en el estuario de Quempillén, en Chiloé, permitieron avanzar en el conocimiento de un proceso clave para la vida de la especie (Mundo Acuícola). El caracol zapatilla es...
Caracoles recolectados en el estuario de Quempillén, en Chiloé, permitieron avanzar en el conocimiento de un proceso clave para la vida de la especie (Mundo Acuícola).
El caracol zapatilla es consumido por algunas poblaciones humanas en las costas de Chile y Perú, en este país también se conoce como “pique “o “señorita”. El caracol distribuye en el Océano Pacífico entre la Isla Lorenzo en Perú y Punta Arenas, y por el Atlántico, está desde Buenos Aires en Argentina hasta Brasil.
Los caracoles son gasterópodos, y muchos de ellos se desarrollan como embriones dentro de masas gelatinosas o cápsulas, al interior de las cuales las madres han depositado sus huevos durante el proceso reproductivo. En un reciente estudio, publicado por investigadores del Instituto de Ciencias Ambientales y Limnológicas de la Universidad Austral de Chile, el Centro I- Mar de la Universidad de Los Lagos y el departamento de Biología de la Tufts University de USA, en la revista holandesa Journal of Sea Research, lograron importantes avances en el conocimiento del proceso de la eclosión del caracol, Crepipatella dilatata, conocido como “caracol zapatilla”.
Los investigadores, luego de recolectar los individuos y llevarlos al laboratorio, identificaron las distintas etapas de desarrollo del embrión del caracol zapatilla. Ahí consiguieron alcanzar el proceso de eclosión, etapa donde ocurre el escape de los juveniles desde el interior de las capsulas donde estuvieron restringidos durante toda la etapa temprana de su desarrollo. Para ello, utilizaron recipientes para mantener a los animales a una temperatura constante, y el agua de mar se cambió diariamente para mantener la higiene del ambiente experimental. Así se logró determinar el momento exacto en que se produce la eclosión de los juveniles de esta especie, proceso desconocido, hasta este estudio.
El Dr. Oscar Chaparro, uno de los investigadores del artículo, y además académico del Doctorado de Biología Marina de la UACh dice que el principal hallazgo es “la identificación de las características de los embriones encapsulados, los cuales determinan la secuencia con que ocurre la eclosión de los juveniles desde las diferentes capsulas que incuba una misma madre. Interesante hallazgo, ya que comprobó el hecho que los juveniles encapsulados son quienes ´´definen´´ el momento de la eclosión de acuerdo a características de tamaño de la concha, proporciones de larvas y juveniles al interior de las capsulas y ausencia de alimento, entre otros factores. Más que la existencia de una participación materna propiamente tal”. El Dr. Chaparro, agregó que este descubrimiento permitirá enriquecer el conocimiento de cómo y cuándo se lleva a cabo el escape de los juveniles incubados en muchos invertebrados marinos.
Este caracol tiene una concha convexa variable, con diferentes tonalidades desde purpura a café y su tamaño alcanza los 50 milímetros, “Es interesante en esta especie, el hermafroditismo protándrico, lo que significa que todos los individuos en su primera etapa sexual son machos y posteriormente, por influencia de los nuevos individuos jóvenes que llegan a la cadena donde ellos viven, se transforman en hembras y pierden sus capacidades de movimiento llegando a ser individuos sésiles, que no poseen algún medio de auto-locomoción y son normalmente inmóviles o sedentarios”, explicó el experto.
En esta condición de inmovilidad, son capaces de reproducirse, adhiriendo sus capsulas con huevos al sustrato donde ellas viven y las cuidan de los estresores ambientales bajo su concha, hasta que ocurre la eclosión de los juveniles.
Cabe señalar que la investigación formó parte de la tesis de doctoral del programa de biología marina de la actual Dra. Paola Villagrán.