Los productos elaborados en base a este recurso industrial han ido creciendo sostenidamente en los últimos cinco años, paralelamente a la positiva evolución de la pesquería. Esto se debe esencialmente...
Los productos elaborados en base a este recurso industrial han ido creciendo sostenidamente en los últimos cinco años, paralelamente a la positiva evolución de la pesquería. Esto se debe esencialmente a la gestión realizada para la recuperación y conservación, el compromiso de la pesca industrial y el fortalecimiento de su comercialización que lo ha hecho más atractivo en el mercado extranjero y en el nacional (Mundo Acuícola).
La Pesca Industrial de la zona centro sur celebró este martes un hito histórico como productora de alimentos para consumo humano al lograr en el primer semestre de este año elaborar 190 mil toneladas de congelados y conservas en base a jurel. “Esto es posible dado el gran avance en el uso de este recurso, pues hoy el 80% de las capturas de la flota industrial tiene como destino las personas, lo que nos tiene muy contentos, pues es un compromiso cumplido el entregar a los chilenos un alimento sano, rico, muy accesible y barato”, dijo Macarena Cepeda Godoy, Presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros, ASIPES, al encabezar la ceremonia donde se exhibió la tonelada 190 mil de productos en base a jurel, en uno de los galpones de maniobra de la empresa Blumar, en San Vicente, comuna de Talcahuano.
Este martes, las empresas Alimar, Blumar, Camanchaca, FoodCorp, Landes y Orizon (no socia de ASIPES), además de autoridades, trabajadores y vecinos participaron en esta ceremonia donde se destacó la progresiva recuperación de este recurso pesquero. Según datos de Sernapesca, en los últimos cinco años la producción de jurel ha ido al alza en forma progresiva. En 2015, se elaboraron poco más de 75 mil toneladas de productos en base a jurel para consumo humano. Sin embargo, el salto al 2019 es cualitativo (190 mil toneladas sólo el primer semestre) y, de darse las condiciones el próximo año, podría superar largamente las 200 mil toneladas de productos elaborados en base a este recurso.
Macarena Cepeda dijo que “estamos hablando que las plantas de las empresas socias de ASIPES y Orizon produjeron el primer semestre de este año 158 mil toneladas de congelados y 32 mil toneladas de conservas de jurel (más de 3 millones de cajas). Por ello cuando decimos que la industria pesquera es un motor económico y alimentario en la Región del Biobío, nos referimos a datos tan concretos como éstos. Estamos orgullosos de la calidad de nuestros productos, de la gestión sostenible y libre de pesca ilegal que hacemos de los recursos pesqueros y de un capital humano altamente especializado que nos permite estos logros. Pero, además, nos permite retornos por exportaciones, sólo en este primer semestre, por unos US$177 millones”.
La industria pesquera se define hoy como una industria de alimentos, ya que el 70% de los recursos que captura su flota se destina a congelados y conservas, es decir, consumo humano directo. Los principales productos para consumo humano son el congelado de jurel, merluza común, jibia y langostinos, así como las conservas de jurel en sus variados formatos.
Pesca Industrial del Biobío recibe prestigiosa certificación internacional de sustentabilidad
Pero la celebración incluyó otro logro ligado a la protección y manejo responsable de los recursos, pues las empresas Alimar, Blumar, Camanchaca, FoodCorp, Landes y Orizon, recibieron la certificación Marine Stewardship Council (MSC) para la pesquería del jurel, que fue entregado por Kurt Sulzer, representante de la casa certificadora Lloyd’s Register, y Rodrigo Polanco, de MSC.
Esta certificación de pesca sostenible acredita que los recursos pesqueros que exhiban dicha etiqueta vienen de una pesquería sostenible y cada empresa dentro de la cadena de distribución ha pasado una auditoria detallada de trazabilidad. Macarena Cepeda explicó que le pedimos a MSC venir a Talcahuano, porque aquí está la capital pesquera de Chile y en el caso del jurel, es ahora la pesquería certificada y sostenible más grande de Latinoamérica.
Esta certificación es la respuesta de la industria a los acuerdos adquiridos en 2015 en el marco de la cumbre internacional Our Ocean, donde los gremios pesqueros se comprometieron a iniciar procesos de verificación de sostenibilidad bajo el estándar del MSC para todas aquellas pesquerías sometidas al régimen de Licencias Transables de Pesca (LTP).
En sólo tres años la recuperación de la población de jurel permitió incrementar la cuota en 28,4%. Actualmente, este recurso tiene una cuota global nacional de 380 mil toneladas, que ha venido en aumento en los últimos años gracias a las medidas de conservación y manejo que ha incorporado la industria. Estas han sido trabajadas con la autoridad y la colaboración internacional pesquera en la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur, ORP.
“Para nosotros muy gratificante lo que está ocurriendo, luego de siete años de trabajo, fortaleciendo las medidas de conservación, aceptando la orientación científica en la toma de decisiones y el respeto por la institucionalidad. La Pesca Industrial es parte de la estructura alimentaria del país y es fundamental que el mundo político tome en cuenta los avances en materia de sustentabilidad y el dinamismo económico que aporta en las regiones en que opera. Antes de abordar nuevas decisiones en materia de legislación, nuestras autoridades deben preocuparse de asegurar una normativa que fortalezca nuestro sector pesquero y no nos deje en la incertidumbre. A toda costa hay que evitar regulaciones que amenazan y dañan antojadizamente el pilar social y económico que hemos construido en más de 70 años de aprendizaje”, enfatizó la presidenta gremial.