Una de las prioridades que tomó Chile como organizador del foro fue avanzar en su agenda de crecimiento sustentable. En uno de estos ítems, nuestro país acordó hacer del mar...
Una de las prioridades que tomó Chile como organizador del foro fue avanzar en su agenda de crecimiento sustentable. En uno de estos ítems, nuestro país acordó hacer del mar nacional un espacio con menos residuos y protegido de que se realice extracción indebida que dañe el ecosistema (La Tercera).
El futuro del sector pesquero es un tema obligado en el APEC 2019. Pero esta industria no es el único tema relacionado al océano, ya que nuestro país se comprometió a avanzar en garantizar que el mar nacional y el de sus pares sea un espacio sustentable.
En diciembre de 2018, en el vamos de la presidencia chilena del foro, uno de los compromisos ante los altos representantes fue trabajar para combatir la pesca ilegal y la reducción de los desechos en el mar. Sobre el primer punto, Chile puso sobre la mesa su intención de promover una “declaración de líderes que instruya a cada economía a desarrollar y llevar a cabo un plan de acción para combatir la pesca ilegal en un período determinado”.
Mientras que para disminuir la basura que hoy flota en el mar o se ve en las costas, nuestro país planteó su idea de desarrollar proyectos piloto para monitorear la basura marina en el borde costero. “Además, promoveremos la comercialización de productos sin mercurio agregado”, según consigna la página web del foro.
En esa línea, el viernes pasado se realizó en Viña del Mar un seminario para discutir y generar acciones concretas para prevenir la contaminación de océanos por mercurio. Mientras que por el lado de la limpieza del mar, EEUU, Ocean Conservancy y Apec Chile a principios de este mes dieron el vamos a la iniciativa Ciudad y Océano Limpio, que busca promover el cuidado del mar por medio del acceso a recursos técnicos y financieros disponibles que faciliten esta tarea. “Un mal manejo de los desechos terrestres, les cuesta a las economías de APEC miles de millones de dólares cada año, afectando a sectores de industrias claves como el turismo y pesquero”, dijo la encargada de temas económicos de la Embajada de los Estados Unidos en Santiago, Colin Seals.
Mientras tanto las organizaciones y el mundo legislativo se unieron para presentar un proyecto de ley que apunta a que los productos desechables que tienen una vida útil de unos minutos y no son reutilizables, al igual que las bolsas plásticas, comiencen a salir de circulación de a poco. Esta norma es impulsada por una bancada de parlamentarios transversal, Oceana y Plastic Oceans.
El sector privado también se ha sumado a la tendencia del cuidado de los océanos. “Se ha desarrollado un trabajo en diversas áreas, poniendo un especial énfasis en la protección de los ecosistemas y fortaleciendo la economía circular de la pesca industrial. Esto se ve reflejado en cinco hechos que han sido impulsados desde la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca): acuerdos de producción limpia; programas de limpieza de playas y fondo marino; reciclaje de redes; mejoras en tecnologías pesqueras; certificación de pesquerías”, dice el presidente del gremio pesquero, Osciel Velásquez.
La extracción indebida
La pesca ilegal no es tan solo un dolor de cabeza para quienes viven de esto, sino que también tiene un efecto en el ecosistema marino y en la salud de los consumidores, cuando no se ha cumplido con los estándares sanitarios en su manipulación.
Por su parte, el Estado no solo se encuentra trabajando esto desde el compromiso adquirido como anfitrión del APEC, sino que recientemente nuestro país anunció su ingreso a la mesa directiva del Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto, que también tiene el objetivo de combatir esta práctica criminal.
Desde la subsecretaría de Pesca y Acuicultura comentaron que la tarea de este grupo es que los países no le den respaldo alguno a aquellas embarcaciones que realizan la actividad de la pesca ilegal en aguas internacionales.
Según estimaciones de Sernapesca, la extracción ilegal de productos del mar es de 324.000 toneladas, equivalentes a US$397 millones en transacciones fraudulentas al año. “Creemos que es fundamental fortalecer la sustentabilidad de los recursos a través de la regulación. Mientras este delito ambiental persista, los esfuerzos que se realicen por parte de la pesca industrial en pos del sector no tendrán la capacidad de contrarrestar este daño al ecosistema y nunca se podrán recuperar las pesquerías por completo”, comentó Velásquez.